* Por Leonardo Astrada,
ex capitán de River.
Es muy doloroso que haya casos como el de Luciano Arruga. Es demasiado lamentable pensar en la tortura, en una desaparición forzada y un asesinato en plena democracia. Me genera muchísima angustia porque sabemos que es el reflejo de lo que sufren las barriadas a diario y de cómo terminan tantos pibes que tienen toda una vida por delante; me parece algo ilógico, no me entra en la cabeza tanta inhumanidad. Para peor, la Justicia suele ser muy lenta, yo lo viví aquella vez que secuestraron a mi papá. Cuando se toca a los poderes y los responsables tienen peso político, se hace lo imposible para que no se conozca lo sucedido. Y entonces hay que gritar.
Luciano, como todos, merecía una vida digna y tranquila: un pibe de barrio, que cartoneaba, amante del fútbol, fanático de River. Pero sin tener la garantía de que la Justicia y el Estado se pondrán a disposición para solucionar estas situaciones, se hace muy difícil. Por eso admiro profundamente la lucha de su familia; debe ser muy difícil vivir constantemente con ese dolor, el amor por Luciano y el recuerdo de su sonrisa hará que esté presente siempre y así podrán seguir adelante con esta lucha incansable.
Hoy, a 11 años, les mando todas mis fuerzas y mi cariño a Moni, su madre, y a Vane, su hermana; nos enseñan mucho continuando en este camino necesario para que se sepa la verdad de qué pasó con ese negro villero que se negó a robar para la Policía y de una vez por todas se lleve a cabo el juicio político para desmantelar tanta impunidad.