Un 29 de abril de 2003, el agua entró por una obra que el gobernador Carlos Alberto Reutemann había dejado inconclusa e inundó los barrios del cordón oeste de Santa Fe, el sector más empobrecido de la ciudad. Esa misma mañana, el intendente Marcelo Álvarez declaró en una conferencia de prensa que “los barrios Centenario, Chalet, San Lorenzo y Arenales no se iban a inundar”, y que esas barriadas podían quedarse tranquilas en sus casas…
Los organismos de derechos humanos contabilizaron 158 muertos y más de 130 mil evacuados; la mayor parte de esas muertes ocurrieron en la zona sudoeste, en los barrios a los que el intendente había dicho que el agua no iba a llegar. La inundación arrasó con todo a su paso, menos con nuestra fuerza por convertir el dolor en algo constructivo.
Por eso, 17 años después, creamos una murga de pibas y pibes que entre telas, lentejuelas, glitter, música, baile y mucho ritmo se asoman dando pasos que despliegan corazón y garra. Ya que, mientras tocamos y bailamos, reviven los recuerdos de las inundadas y los inundados, decidimos llamarnos “Sobrevivientes en rebeldía”; porque ni el agua ni la impunidad pueden callar nuestra voz.
Así vamos llegando a nuestros primeros «Carnabarriales», que se realizarán este 29 de febrero, valorando y compartiendo los pocos instrumentos que tenemos, juntándonos a tocar y a bailar, haciendo y decorando nuestros trajes y dándole alegría al barrio y a nuestras vecinas y vecinos que se acercan al escuchar cada toque. Este 29 de febrero estaremos poniendo el cuerpo y resistiendo como lo hicieron ellas y ellos ese 29 de abril, luchando contra la corriente.
