26 abril, 2020
, Chalet

Al silencio nunca más: El orgullo como respuesta política.

 

Desde el Frente de Géneros La Poderosa repudiamos y denunciamos los graves hechos de transodio cometidos el día jueves 23 de abril contra una compañera de la organización, en barrio Chalet, Santa Fe.

 

El día jueves la puerta de la casa de nuestra compañera referenta de nuestro Frente de Géneros, cuya identidad decidimos resguardar, apareció con pintadas agraviantes y transodiantes. En ese mismo espacio funciona la Cooperativa Textil “La Coty”, la primera cooperativa de la ciudad compuesta íntegramente por personas trans, población que en un 90% está en situación de prostitución. Esta cooperativa sintetiza tanto un espacio de encuentro y empoderamiento como una acción colectiva que combate la situación de vulnerabilidad de las personas trans, a través de la autogestión y la organización popular.

 

Entendemos que las pintadas en cuestión no sólo son una ofensa hacia su persona, sino también hacia el espacio de trabajo que con arduo esfuerzo construimos y que hoy contiene y acompaña la trayectoria de 8 personas trans.

 

Nuestra cooperativa es un espacio visible y de tránsito regular para compañeras y compañeros trans, y por eso entendemos que este ataque no es casual, es una afrenta a una población históricamente asediada y marginada.

 

La actividad de Textiles La Coty está suspendida desde que inició la cuarentena. Ya que, debido a esa violencia estructural e histórica que nos deja a la prostitución como única opción, nuestra esperanza de vida no supera los 40 años; el colectivo trans en su conjunto es población de riesgo. Mientras, según afirman algunos medios, “las tasas de denuncia de delitos baja”, la violencia hacia las feminidades se mantiene igual, demostrando que ni las casas ni las calles son espacios seguros en una sociedad patriarcal y transodiante.

 

Repudiamos estos hechos de violencia, y reafirmamos que proteger la integridad de nuestras compañeras también es una responsabilidad del Estado. Realizamos la denuncia correspondiente y con la espalda de las 114 asambleas, volvimos a pintar la fachada con los colores del orgullo, porque, como dijo Carlos Jáuregui: “En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”.