29 abril, 2020
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«Así no se puede vivir»

 

* Por Ramona Medina, vecina del sector Bajo autopista, Villa 31.

 

Hace 4 días estamos sin agua en el barrio, aún con 13 casos confirmados de coronavirus. ¿Cómo pretenden que cumplamos todas las medidas de prevención e higiene? En mi familia esto golpea mucho más fuerte porque somos seis personas, cuatro en población de riesgo. Vivimos hacinados, eso complica los cuidados que tomamos con Guada, mi hija, que desde los cinco meses fue diagnosticada con Síndrome de West y Síndrome de Aicardi, sufre convulsiones refractarias y tiene 34 puntos por una operación de escoliosis que empeoran con la humedad. Guada llora, grita, vive triste, con ojeras y las convulsiones son más frecuentes. Costó mucho trabajo que bajaran sus convulsiones diarias, pero retrocedimos en todo lo que se logró. Desde el censo de 2016, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires conoce mi situación y hace dos años les imploró una solución habitacional en el marco de la urbanización y no toman como prioridad a las personas con discapacidad. En el Sector YPF aún no adaptaron ningún hogar para las condiciones que necesita mi hija: vimos uno donde la silla de ruedas no pasaba por la puerta, no había rampa, el baño no estaba acondicionado para que entrara la silla, ya que no la podemos bañar parada y me dijeron que “los arreglos correrían por mi cuenta” y que perdería la garantía de la vivienda en caso de remodelar.

 

El 15 de abril salí en Tv Pública contando mi situación, me llamaron inmediatamente desde la Secretaría de Integración Social y Urbana para hacerme una nueva oferta, pero al coordinador de las relocalizaciones le expliqué que no cumplía las necesidades de mi hija y comenzó a tratarme mal: «Vos no estás para pensar», «sos una mala madre porque no te interesa, ya que seguís esperando» y lo último que me dijo fue «con vos, histérica, no puedo hablar». Y me cortó. Después de eso no recibí ninguna otra oferta, sólo hostigamiento y presión para mudarme igual, ¡pero que no cumplía las condiciones para Guada!

 

Después de todo este sufrimiento, no sé qué hace el gobierno porteño. ¡Pero necesitamos soluciones!