Confirmados ya 410 positivos en los barrios populares de la Ciudad, siguen sumándose resultados que figuran como sospechosos en informes atrasados, porque la curva de las villas no tiene tantos apurados, ni alarmados. Ahora mismo, tenemos dos vecinas contagiadas y más pruebas a patadas de cómo violan sus propios protocolos, cuando se sienten amparados por la invisibilidad de nuestras villas. Acá, mientras no llegan las cámaras de TV, no llegan tampoco los superoperativos del SAME, ni los responsables que debieran poner la jeta, ¡nadie! Tal como denunciamos que no habían asistido a tiempo, ni aislado en su momento a la primera mujer fallecida por coronavirus en la Villa 31, hoy queremos dejar acreditada la desidia frente a la llegada del virus a Zavaleta, donde sólo la comunidad está velando por su propia seguridad. Una niña de 5 años llegó al Garrahan el miércoles, porque padecía convulsiones vinculadas a una enfermedad anterior. Y como tenía fiebre, fue testeada e internada junto a su madre, que recién se confirmó como segundo positivo. ¿Ahí empieza el protocolo, verdad? Bueno, recuerden bien cómo les contaron que comienza el protocolo y lean bien cómo es que comienza el protocolo: los propios vecinos debieron avisarle al CeSAC 30 que había dos contagios, porque no se los habían informado. Pues recién entonces, «activamos al equipo de Contactos Estrechos». Y sí, las dos personas contagiadas fueron aisladas en hotel, pero en su casa, en su misma casa, en esa misma casa que ningún órgano oficial desinfectó, ni dotó de insumos para garantizar la limpieza, en esa misma casa de contactos estrechos que no tuvieron todavía ni contactos distantes con ningún tipo de asistencia, hoy continúa durmiendo el hermano mayor, a cargo de 6 hermanitos más. Por suerte, o quizá por la inercia comunitaria que sobrevive hace cinco décadas a fuerza de solidaridad, sus propios afectos están tomando recaudos y garantizando los productos necesarios, para que no sigan exponiendo a su familia, ni a todos nosotros, ni a todos ustedes, porque tenemos un sólo sistema de salud para todo el Estado.
No miremos para otro lado.