«Desafortunadamente, la pobreza extrema, la desnutrición crónica y la falta de lo mínimo para salir adelante son constantes a nivel global. El hambre es un genocidio. Creo que las comunidades indígenas sufren un etnocidio contemporáneo que no se ha calificado como tal. Cuando alguien muere, dicen ‘qué lástima’ y este exterminio ni siquiera es considerado como delito contra la humanidad», Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992, para La Garganta Poderosa.