19 julio, 2020
, Mendoza

Feminismo sustentable

Un año atrás, desde la tierra mendocina iniciamos esta tarea de juntar botellas del suelo para levantar un sueño. Empezamos a dibujar una propuesta pensada, prensada y ejecutada por nosotras mismas, que rompe todos los moldes. Así hicimos los planos para la construcción de nuestra Casa de las Mujeres y las Disidencias, donde todas pusimos las manos y los cuerpos a la obra, porque es concebido por albañilas, todas artesanas que armamos una nueva lógica para cuidarnos a nosotras y a la Pacha, ya que cada ladrillo está compactado en forma de un Módulo de Plástico Recuperado Autoportante. Reutilizamos botellas, esas mismas que quedan tiradas en las acequias, que ensucian, ¡que contaminan durante 150 años!

También proyectamos el invernadero y la planificación de un sistema de tratamiento de aguas grises para el riego. Nada nos detiene; nuestro grupo sigue funcionando y trabajando, con 15 compañeras que repartimos nuestros horarios, que respetamos el distanciamiento, que distribuimos las tareas, para alzar cada pared que nos contenga y nos ayude a combatir la violencia machista. Así seguimos, avanzando con pasos firmes y sustentables, con compromiso y convicción, hasta que nuestra Casa esté lista.

Un modelo de lucha y deconstrucción,
una resistencia ecofeminista.