Hace casi dos meses, propusimos formalmente la previsión de generadores para evitar consecuencias peores, cuando llegara el invierno disfrazado de infierno. Amenazados por los tendidos de la precariedad que no mata publicidad ni siquiera en este momento, más la literal tensión del aislamiento, los vulnerados por estos lados aparecen «vulnerables» como todos los años, entre ligaduras de cables y roturas de caños. «Hay que llamar a la Unidad de Gestión e Intervención», señores y señoras, que se toma 72 horas, te clava una espera biennn larrrga y cuando llega regenera la misma carga para la misma tensión, ¡adivinen lo que sucede a continuación! Sólo en las últimas 3 semanas, entre las 64 manzanas de la Villa 21, estallaron 5 de sus 7 transformadores, sin estupor de los editores, ni títulos rimbombantes. Pero bue, sólo tiene 70 mil habitantes que ya gozan de «dos cuadrillas», como si las villas fueran autosuficientes, como si no fueran electrodependientes y como si dejarlas libradas a la suerte no implicara semejante riesgo de muerte, sin contar los artefactos que se vuelven a quemar tanto más fácil de lo que se vuelven a comprar, con algún magro salario: chau calefacción, ¡hola sistema sanitario!
Hay tanto para «normalizar», mientras los dueños del espanto nos invitan a olvidar los 12.600 millones que pudieron recaudar los ladrones de Edesur en 2019, a la sombra de cada obra que no se mueve, pues hace 9 años existe un fallo judicial que acredita el riesgo eléctrico real e impone atender esas obras pendientes, todavía en el tercer mandato de la misma gestión. Porque sin luz, puede perfectamente continuar la función, una multa y una condonación, otra multa y otra condonación. Ahora, si miran con atención, podrán ver las luminarias de la desigualdad, pues tal como sucedió con el agua, la 31 y la impunidad, las prestatarias de nuestra electricidad «sólo llegan hasta el contorno de la comunidad» y «hacia adentro ya se ocupa cada gestión». A esto, de verdad, le llaman «urbanización».
TODOS DATOS DEL ÚLTIMO MES:
* Villa 21-24 (CABA)
33 cortes y 6 incendios, ¡sólo en la última semana!
* Villa 1-11-14 (CABA)
4 cortes, sin luz, ni agua, y un incendio.
* Villa Fátima (CABA)
3 ó 4 cortes diarios, y una sola cuadrilla.
* Villa 20 (CABA)
3 ó 4 cortes por semana, y 3 incendios en 20 días.
* Villa 31 (CABA)
15 cortes semanales y la guardia de servicios colapsada:
te bloquean la llamada.
* Zavaleta (CABA)
2 cortes por semana y una sola cuadrilla.
* Villa Azul (Quilmes)
Tres incendios posteriores al aislamiento.
* Barrio Olimpo (Lomas):
Pico de tensión, cortocircuito, incendio.
Reparación: 10 chapas y 8 tirantes.
* Barrio 17 de Septiembre (González Catán):
Sin luz desde el jueves 16, gracias a Edenor,
rompiendo en la oscuridad el decreto 311.
* Tierras Argentinas (Bahía Blanca)
3 incendios en una semana,
2 por los cables y 1 por calefacción de salamandra.
* Barrio Balneario (Salta)
Sin luz, ni gas, ni leña, ni garrafa,
muchas familias utilizan basura para calenfermarse.
* Barrio Madres a la lucha (Santa Cruz)
Un cortocircuito prendió fuego el invernadero Manitos Verdes, donde funciona nuestro taller de huerta y la olla popular.
* La Cariñosa (Rosario)
Tras sucesivos cortes, hospitalizaron a una niña de 13 años, por prender carbón dentro de su hogar para calentarse.
* Barrio Mosconi (Formosa)
Apagones y tensión intermitente durante todo el día.
* Yapeyú (Córdoba)
Ya explotó el transformador,
y no se transforma nada todavía.
Ojalá no venga a iluminarnos otro cajón.
Ojalá no descubramos que no veíamos nada,
Ojalá no hubiera gente hacinada en estos lugares.
«Situación normalizada de los barrios de los populares».