19 julio, 2020
, Chaco

No olvidamos Napalpí

Cuentan nuestros ancestros y nuestra historia olvidada que hace 96 años hubo una matanza enorme a la comunidad Qom y Mocoví, en el territorio que hoy conocemos como Chaco. Organizada por el Ejército argentino junto a los grandes terratenientes, atacaron un 19 de julio de 1924 para dejar la sangre desparramada de cientos de personas y así expropiar las tierras habitadas por nuestras naciones originarias.

«Fue en la Colonia Aborigen de Napalpí. Asesinaron a 700 originarios, fue terrible; es la masacre más grande que me contaron, los fusilaban e incluso enterraban con vida a niños y mujeres», se entristece Mabel Leiva, originaria qom del Barrio La Cava, en Rosario. Pero la herida abierta jamás cicatrizó, ¡hasta se profundizó! «Todavía nos siguen negando derechos. El acceso a la educación, la salud y la alimentación deben resolverse urgente», dice Ana Jerez, del Barrio Los Pumitas, Santa Fe, también qom, quien resaltó que «no nos callaremos nunca más, para que las nuevas generaciones lleven el legado de nuestros pueblos».

Yolanda Abrigo, de la comunidad Qom de Castelli, Chaco, recordó: «En Napalpí pedían aumentos de salarios en la cosecha que hacían de zapallo, algodón y maíz. Trabajaban para estancieros que les pagaban mal, pero el reclamo fue respondido con matanza». E incluye desde su memoria que «esta historia que tiene casi 100 años sigue pasando porque nadie nos respeta, la ley sólo es para los criollos. En el hospital, si sos indígena, esperás durante horas y todavía nos hacen trabajar de sol a sol, con hambre, por plata que no alcanza».

«Todavía soportamos que nos llamen ignorantes y que nuestra cultura es muy cerrada», se indigna Mabel mientras puntualiza que los atropellos de las Fuerzas de Seguridad continúan hasta la fecha. Mabel, Yolanda y Ana no sólo recuerdan Napalpí con dolor, como algo latente, sino como un ejemplo de la resistencia ancestral. «No olvidemos al pueblo wichí, que está muy castigado también con la desnutrición de los chicos. Yo espero que algún día cambie todo», dijo Mabel y cerró: «Sueño con que cumplan las leyes que se escriben».