«Los pasillos se respetan», nos enseñó una vez Luciano, y la memoria también. La Paciencia es necesaria para la transformación, nos contó Santiago. Y acá están, hermanos, en las paredes de dignidad que construimos siempre desde abajo. Todos los días se aparecen así, enteros, para guiarnos.
Los extrañamos mucho,
gracias por cuidarnos.