Más de 300 familias que vivimos en el barrio San Martín, Paraná, ayer empezamos a transitar el camino hacia la urbanización señalizando nuestras calles. Justo ayer, porque en el medio de este contexto tan difícil, nos permitimos estar un ratito de festejo: Leonor Crespo, una de las primeras vecinas que habitó el barrio, cumple 90 años y la homenajeamos poniéndole su nombre a la cortada que desemboca en nuestro Centro Cultural «Eduardo Galeano».
Leonor nos contó que llegó al barrio a sus 23 años, con sueños y recuerdos de Villaguay, otra ciudad entrerriana que queda a unos 150 km de Paraná. En estos 67 años, el San Martín y la cantidad de familias que lo habitan ha crecido, y junto con ello también las ganas de transformarlo. Al día de hoy seguimos reclamando lo que siempre nos perteneció y nos negaron: servicios de cloacas, asfalto y luz para el futuro de nuestra juventud; como afirma Leonor: “Quiero que hagan las cloacas y el asfalto, porque nosotros pedimos y peleamos muchos años por esto”
Trabajó incansablemente como recicladora en el basural, el Volcadero Municipal, que se encuentra en el fondo del barrio, durante casi 30 años; y para hacerle frente al hambre, algunas décadas atrás se organizó junto con otras dos vecinas y llevaron adelante el primer comedor, detrás de donde actualmente está el Centro de Salud. El piso de su patio es de tierra polvorosa y dura, pero a medida que se avanza, las flores, la tibieza del sol y el canto de aves tienen una dulzura que envuelve, así como su voz al hablar de su lugar en el mundo: “El Sanmar es mi vida, yo acá tengo toda mi familia. Hijos, nietos, bisnietos y tataranieto. Y acá estoy, me sacarán de acá el día que muera”.
Mujer ejemplo de lucha y resistencia, Leonor contó que: “En los ‘90 nos querían sacar del rancho pero no pudieron. Decían que nos teníamos que ir, porque iban a hacer obras. Y les dije ‘acá nacimos y acá nos vamos a morir, traigan las máquinas, yo me quedo adentro’”.
Por todo eso hoy le quisimos regalar este reconocimiento; mediante un acto simbólico nos reunimos unas pocas vecinas y vecinos para inaugurar un cartel de señalización con su nombre. “Si los vecinos están conformes, yo no tengo problemas”, afirmó con la humildad que la caracteriza. Sigamos cuidando siempre a quienes nos cuidaron toda la vida.