23 noviembre, 2020
, Represión Estatal

LA POLICÍA DE MISIONES TORTURÓ A DOS NIÑOS QUE JUGABAN EN LA PLAZA

Tortura policial en misiones

Matías Caballero es padrastro de dos niños de 12 y 9 años. Él es un trabajador de la construcción que con su pareja vive en una pesadilla desde el jueves 12 de noviembre por culpa de la Policía de Misiones. A sus dos nenes los torturaron oficiales de la Seccional Séptima en Villa Cabello, Posadas: “A eso de las 18hs, el uniforme de taekwondo de uno de los nenes estaba preparado sobre la cama, él debía entrenar, pero no regresó de la plaza donde estaba jugando con su hermano y unos amiguitos. Estábamos inquietos hasta que a las 20hs vino un oficial a avisarnos que teníamos que ir con los documentos de los chicos”. Los habían secuestrado. Hay testigos que los vieron jugando con otros niños, hasta que un móvil policial se les acercó para llevarlos en contra de su voluntad: “Nos avisaron dos horas después. Cuando llegamos a la seccional, nos dijeron que no iban a entregarnos a nuestros hijos porque ‘intentaron robar una escuela’ y nos cerraron la puerta en la cara”, contó Matías destrozado. Y a la vez remarcó que sus hijos no estaban dentro de ninguna institución, sino en una plaza, que tampoco encontraron nada para probar las acusaciones.

“En la comisaría les iban tirando cosas al piso, y los obligaban a levantarlas. Cuando lo hacían, eran golpeados en la cabeza. También ambos fueron amenazados, humillados y torturados psicológicamente: ‘Les vamos a cortar el pelo’”, contó entristecido el padrastro de los chicos, quienes hasta hoy no recibieron ninguna asistencia gubernamental, como atención médica o protección. Matías también denunció preocupado que “un efectivo abofeteó a uno de los chicos frente a la mamá” y que el encargado de la unidad, el oficial Godoy, lo incitaba a salir a pelear fuera de la Seccional: “No pueden arrebatarles así la inocencia, estuvieron cinco horas detenidos. Hasta amenazaron a mi señora para que firmara los papeles donde se los acusaba de robos. Antes de eso llevaron a los dos nenes a un calabozo, no los encerraron, pero sí estaban rodeados de hombres procesados por delitos. Ahí les dijeron: ‘por algo se empieza la fama, van a terminar acá’. Y mi nene de nueve años empezó a llorar pidiendo por sus papás”.

Ahora ninguno de los chicos quiere salir a la calle. La familia está absolutamente desprotegida y acompañada por asociaciones civiles y la Comisión Provincial de Prevención de Tortura. Los efectivos siguen por las calles de Posadas, total normalidad: “Nos citaron en la Casa de Gobierno y nos dejaron plantados durante una hora. Se burlan de nosotros todo el tiempo, ¿qué nos garantiza que esto no volverá a ocurrir?”, se pregunta Matías y a la vez lamenta que el hostigamiento no haya cesado desde hace una semana: “Ayer me llamó un número extraño y me dijeron que nos calláramos porque íbamos a sufrir peores represalias; decidimos romper el silencio para que estas situaciones dejen de pasar”.