10 noviembre, 2020
, Barrio Bosco II

“MIENTRAS IGNOREN NUESTRAS DENUNCIAS, NOS SEGUIRÁN MATANDO“

Justicia por Marisol

* Por Rita Pérez, referenta de La Poderosa en el Barrio Bosco II y vecina de Marisol Bustos.

Todavía se nos eriza la piel al recordar a Marisol, a quien ayer encontramos asesinada: todas las compañeras del comedor Manitos Poderosas, las vecinas del barrio y de la Casa de las Mujeres y las Disidencias la extrañaremos. Yo en este momento me siento completamente impotente por no poder hacer más. Si no fuera porque estoy aislada, habría salido a exigir a la comisaría para que la busquen como debían hacerlo: desde el 30 de octubre estuvimos moviendo cielo y tierra, pero en la comisaría sólo respondían que “debe andar por ahí” o que “seguramente se fue con alguien”. Cada hora aumentaba la preocupación y su familia sospechaba que algo le había pasado, pero no imaginábamos que esto podría ser, que la encontraríamos asesinada ¡ocho días después de su desaparición!

Su femicida fue Andrés Juárez, que la asesinó y declaró en la comisaría donde ahora está detenido. Él confesó todo, desde la forma en que la mató, hasta dónde la había dejado enterrada. No se abstuvo en nada, contó todo con completo descaro y no se quebró en ningún momento del relato, como si no tuviera remordimiento por lo que hizo. Es escalofriante para nosotras como compañeras y vecinas. Santiago del Estero es una provincia con un nivel altísimo de violencia de género, con un enorme índice de abuso y maltrato intrafamiliar, y es algo contra lo que estamos luchando permanentemente porque no queremos más casos así; necesitamos que cuando se llame a la comisaría, se atienda y se responda de la forma que corresponde.

Hasta el día de hoy, los derechos de Marisol siguen siendo vulnerados porque ni siquiera le realizaron la autopsia y, por ende, tampoco nos entregaron el cuerpo para que podamos velarla y hacerle un homenaje como se lo merece. Seguimos muy conmovidas, muy movilizadas, porque a nosotras nos duele un montón esto. Cuando la cruzábamos en la calle, ella tenía una sonrisa para nosotras y un saludo cálido.

Era muy linda, una mujer muy hermosa, sólo tenía 35 años y a pesar de todo lo que le ha pasado en la vida, cargaba muchas energías para luchar. Era una excelente madre, porque en estos siete años que la conozco, siempre hizo todo por su familia aunque vivía en una situación de extrema pobreza. Ella no tenía problemas con ninguna persona, ni le deseaba el mal a nadie; soñaba tener una vida digna, pero le costaba. Así que en el 2016 empezó a gestionar una vivienda mediante el Instituto Provincial de la Vivienda y el Urbanismo de Santiago del Estero porque su anhelo era ese: tener una casita donde vivir con su hijo de 9 años. Acá, en el Barrio Bosco II seguiremos en la lucha porque hoy todas nosotras somos las madres de corazón de Thiago y seguiremos adelante para cumplir su deseo. Hoy, todo el barrio está conmocionado, dolido y exigiendo justicia para Marisol.

Necesitamos que los femicidios villeros salgan en los noticieros, porque significaría poder hablar de problemas muy graves a los que estamos expuestas las mujeres empobrecidas. Exponer estos casos es poner en discusión un fuerte abandono de las vecinas que sufren violencia de género y que además algunas no están alfabetizadas; son muchas compañeras que apenas saben escribir su nombre porque no tienen garantizada la educación, ni la salud, ni la vivienda y mucho menos el trabajo digno. Marisol pasaba hambre en la casa durante la cuarentena y gracias al comedor podía llenarle el plato a su hijo. Así como ella, hay muchas más en Santiago del Estero que están invisibilizadas. Y mientras el Estado está ausente ante la violencia machista, ¡a nosotras nos están matando!