* Por Alexis Mena, compañero de Ramona Medina.
Ramona, ya pasaron seis meses desde que te fuiste y sé que si estuvieras acá, tendrías la misma bronca que nosotros. En el barrio seguimos con problemas y carencias, seguro te preguntarás dónde está la supuesta prioridad de solucionar la emergencia sanitaria. En casa todos sentimos mucho el peso de tu ausencia. Maia logró estar un poco más estable, pero Guada se pone melancólica, todo el tiempo le explico lo que te pasó, y lo entiende, pero como cualquier criatura, después se olvida y vuelve a preguntar.
Te extrañamos. Siempre fuiste mi gran compañera, fiel y luchadora, y una gran madre de tus hijas. Le ponías tanta garra y aguante a todo lo que te tocaba vivir… Algo increíble: siempre peleándola para conseguir lo que te correspondía sin bajar los brazos. Soñabas con la urbanización del barrio, con que se abrieran las calles para que haya más espacio público, que se inaugurara un polideportivo y se garantizaran los servicios básicos y de emergencia. Siempre recuerdo cuando a Guada le agarró una convulsión y tuvimos que llevarla caminando hasta la terminal, a 15 cuadras, porque la ambulancia no entraba. Todos los que te queremos seguiremos combatiendo hasta que eso sea una realidad.
Tu aguante dejó una marca enorme en nosotros: tenías un tacto especial para luchar y nos conquistaste. En el barrio te ven como una “semilla” y eso me hace sentir muy orgulloso. Seguro a vos también te pondría contenta, sé que te gustaba que escucharan tus ideas y sentirte acogida por los espacios de militancia.
El video que grabamos en el baño para desmentir la falsa “reincorporación del servicio” que estaba anunciando públicamente Santilli giró por todos lados, llevábamos 8 días sin agua y con 4 personas en población de riesgo en nuestra casa. Saliste en los noticieros de todo el país y mucha gente levantó tu bandera, Ramo. La sociedad tomó muy en serio tu reclamo y a pesar de que ya pasó medio año, todavía estoy esperando que me llamen Horacio Rodríguez Larreta o Diego Fernández, el Secretario de Integración Social y Urbana de la ciudad, quien coordina el plan de urbanización integral de la 31. Sé que estarías igual de indignada que yo. Ellos son culpables de lo que te pasó, se negaron a darnos un alojamiento provisorio teniendo a dos integrantes de población de riesgo. Tenían todos los recursos necesarios para evitarlo y decidieron no hacerlo.
El abandono en el que nos dejaron no fue parte de un castigo por las luchas que te habías cargado al hombro; la Secretaría sigue sin contemplar a las discapacidades en el proceso de urbanización. La última vez que conversamos, fue sobre la importancia de continuar luchando hasta conseguir la vivienda digna que nos merecemos. Eso haremos, Ramo querida, sembraste el deseo de cambiarlo todo y ahora nuestro sueño es volverlo realidad.