10 diciembre, 2020
, Aborto Legal

ABORTO LEGAL, UN DERECHO HUMANO

Aborto Legal

Es 10 de diciembre y es el Día de los Derechos Humanos; una vez más, acá estamos. Juntas, vibrando afuera del Congreso de la Nación y en los pasillos de cada villa: ya no podemos esperar. A las villeras nos obligan a morir en la clandestinidad, nos niegan la ILE en los casos aplicables; a las nenas de 10 años se las obliga a parir y a gestar. No hay derecho, es inhumano, necesitamos decidir nuestro destino: ¡no queremos ni una villera menos por un aborto clandestino!

Es 10 de diciembre; una vez más, acá estamos. Nos miramos, nos reconocemos, nos identificamos con el pañuelo verde y con las enseñanzas del pañuelo blanco. Somos las sobrevivientes de un país sin Educación Sexual Integral, en el que la salud reproductiva resulta inalcanzable. En la Argentina se realizan entre 370 y 520 mil abortos por año: las empobrecidas no sólo morimos, sino que también vamos a prisión. El castigo del sistema penal, cuando esquivamos la culpa de una supuesta conducta inmoral, nos conduce a una encrucijada inevitable: la cárcel o el cementerio, siempre condenadas. Por eso, ahora que sí nos ven, vamos a insistir: ¡no queremos más presas ni muertas por decidir!

Es el Día de los Derechos Humanos; una vez más, acá estamos. Luchamos, porque a las salitas de nuestros barrios les faltan personal y muchas veces los métodos anticonceptivos gratuitos; gritamos convencidas porque sabemos que el derecho a nuestra salud lo vamos a conquistar: ¡la vida no será un privilegio de quien la pueda pagar! Cuando una villera muere en la penumbra de la moralina, deja a sus hijas e hijos sin reparo, porque somos nosotras las que nos encargamos de las infancias y su cuidado. Vulneradas, muchas de nosotras abortamos aun sufriendo violencia de género en nuestro hogar; empeora cuando no recibimos contención ni seguimiento, y en caso de poder contarla, muchas tenemos secuelas permanentes que dificultan nuestras actividades o la posibilidad de sostener un trabajo. Entonces, otra vez, desde acá abajo denunciamos todas estas desigualdades en las narices del Estado y proponemos una nueva normalidad: vamos a tirar a la mierda el patriarcado, ¡y al carajo la clandestinidad!

Es 10 de diciembre y es el Día de los Derechos Humanos; una vez más, acá estamos. Para abrazarnos, para encontrarnos, para visibilizarnos, para escucharnos, para colgar la percha y cortar el perejil, para denunciar al periodismo conservador y servil, para garantizar la dignidad, para cambiar esta realidad, para no perder la memoria, para seguir haciendo historia, para resistir, para sobrevivir…

Y para que sea ley,
¡lo vamos a conseguir!