Al agua la podemos definir desde la poesía, la literatura, la música, la bolsa de Wall Street o desde la necesidad; y esta última es desde la que siempre nos toca hablar a los barrios populares. ¿Próspero año nuevo? Sólo pasaron dos semanas y todo el optimismo que cargamos es gracias a la resistencia popular, aunque se hace difícil sostener cuando en Bahía Blanca tenés 32 barrios sin una gota. Así empezamos: sin poder lavarnos las manos, ni limpiar, ni cocinar y con la moneda corriente de la falta de servicios básicos. ¡Desde noviembre pasado padecemos los cortes permanentes y la baja presión! La única solución paliativa que proponen desde Aguas Bonaerenses SA (ABSA) es mandar un camión cisterna que no llega a todos los barrios ni contempla a quienes no disponen de ningún tanque.
Entonces, ¿qué soluciones encuentra el 74 por ciento de familias que vive en el barrio Tierras Argentinas y según nuestro Observatorio Villero no puede almacenar el agua en ningún lado? Rocío Soto, vecina del barrio, tiene algunas respuestas: “Muchos vecinos optaron por hacer un pozo para tener un poco de agua ¡y gastaron más de 30 mil pesos cada uno! La solución paliativa de ABSA fue llenarle el tanque de agua a quienes dispongan de uno, pero sólo te alcanzan una manguera hasta la puerta de tu casa y el resto lo tenés que hacer vos. Esto no contempla a las personas que tienen 80 años y viven solas, ¿cómo les van a pedir que suban al techo para cargar el agua?”.
No hay uno, ni dos, ni tres, ¡hay 32 barrios sin agua! Y la poca que se consigue es imposible tomarla, porque sale marrón, con olor feo y un gusto desagradable; todas las cualidades que no debería poseer. Aquellas vecinas que igual osaron beberla se enfermaron, estuvieron con vómitos y dolores de panza, como le pasó a Julieta Tumini, del Barrio Puertas del Sur: “Estuve tres días vomitando y con mucho dolor de cabeza por tomar esa agua; también hubo gente con diarrea y fiebre, que los preocupaba porque pensaban que tenían Covid-19. Nos dimos cuenta de cuál era el problema porque poníamos el agua en vasos y se veía marrón. Sin embargo, desde ABSA ni siquiera fueron capaces de advertirnos que no tomemos porque no es potable». Hay hogares con 10, 12 o 15 personas que necesitan una respuesta urgente de Héctor Gay, el intendente de Bahía Blanca; Stella Galeano, del Barrio Tierras Argentinas, relata las dificultades que agravan el hacinamiento y la falta de servicios básicos: “En mi casa somos muchas personas y para nosotros el agua es fundamental, sobre todo en esta pandemia, para no contagiarnos. Mis hijos caminan a cada rato para ir a buscar el agua de los tanques que había puesto ABSA, pero están vacíos generalmente”.
¡32 barrios! La nueva normalidad cada vez es más urgente.