Nos enfilamos con la compañerada santafesina del barrio Chalet para pintar un sueño desde nuestras esquinas que estaban repletas de basura, y transformarla con nuestro arte de organización. Con la voluntad de vivir mejor, tomamos unas palas, una carretilla y nuestros saberes para dar el primer paso hacia mejorar tanto abandono territorial: ¡levantamos una cuadrilla ambiental! Una que transpira y visibiliza cotidianamente el laburo popular; como lo grita, lo describe y lo vive nuestra compañera Virginia Gómez: “Somos ocho personas que hacemos barridos, limpiamos las calles, cortamos el pasto y concientizamos sobre el dengue. Queremos embellecer el barrio y lo pensamos como cooperativa para dignificar nuestro trabajo. Soñamos también con un punto verde y todo armado con nuestras manos: martillos, clavos, pallets y comunidad”.
Con las 158 vidas que se llevó la inundación del 2003 grabadas a fuego en la memoria, aprendimos que siempre nos salvamos en comunidad. Por eso, mientras le ponemos el cuerpo, mucho color y sangre, nos capacitamos para crecer y mejorar nuestro espacio a lo largo de las 30 manzanas que componen el barrio, como lo vive nuestro compañero Javier Gudiño: “La cuadrilla se encarga de mantener al barrio limpio y de sacar la mugre de las calles evitando que se inunde; aprendemos y enseñamos desde la humildad y el esfuerzo que hacemos todos los días”. Pero no nos alcanza. Hasta hoy, las herramientas que nos prometió la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe hace un mes quedaron dibujadas en el aire.
Sin embargo, ya estamos pensando una Terminal Verde para la recolección y el separado de residuos, que nos permitiría seguir generando trabajo genuino para las vecinas y vecinos, profundizando aún más la limpieza del barrio y el cuidado del ambiente. La proyección es gigante y ambiciosa: ¡son los primeros trazos para nuestra planta recicladora poderosa!
