28 febrero, 2021
, Justicia

LOS FEMICIDIOS VILLEROS NO SALEN EN LOS NOTICIEROS

femicidio villero

* Por María Inés, madre de Milagros Orieta, vecina de la Villa 21-24, víctima de femicidio.
Es imposible creer que ya se está por cumplir un mes desde que Ariel Martínez asesinó a mi hija. A partir de aquel día, cada momento que pasa es muy duro para mí y toda nuestra familia; yo lo único que quiero es que haya justicia. Él sigue detenido desde el mismo día del femicidio; y aunque pidió la excarcelación, se la negaron. Necesitamos que garanticen que no haya impunidad: sé que esto no me devolverá a mi hija, pero sí nos dará un poco de alivio a toda la familia.
Seguiré luchando por ella, porque la extraño todo el tiempo y su villa también. Mili era una chica de 21 años muy dulce, vivía riendo y tenía muchos sueños. Era muy joven, quería trabajar y estudiar, además también militaba en el Movimiento Evita en las postas de salud para cuidar a sus vecinas y vecinos, era una trabajadora de la línea de fuego. Le gustaba mucho estar allí, con sus compañeras y compañeros. Sin embargo, Ariel se creía dueño de ella y le arrebató la vida, y con ella, todos sus proyectos. Pero los femicidios que ocurren acá, en las villas, habitualmente no salen en los noticieros. Aún así, sé que no estoy sola en este pedido por justicia, sus seres queridos, sus vecinas, sus vecinos y la comunidad me acompañan y se movilizan con nosotros para exigir justicia. Si bien me dan fuerzas, también es triste saber que todos los días tenemos que salir a gritar por otra piba asesinada en cualquier parte del país.
El dolor me sigue calando en los huesos porque fue un momento de terror para nosotros cuando supimos lo que había pasado, incluso Ariel trató de hacer pasar como que mi hija se había suicidado. ¡Nada de eso! La asfixió hasta matarla y luego llamó a mi hijo Darío para decirle que cuando volvió del trabajo vio que Mili se había quitado la vida. Que se había ahorcado. Eran puras mentiras. Su relato no cerraba por ningún lado porque después vimos que mi hija tenía cortes en el cuerpo, que intentó defenderse. Nos dijo la misma versión a nosotros y a la Policía; sin embargo, el cuerpo forense desmintió todo luego de las pericias. Por suerte, logramos que la causa avance en la Unidad Funcional de Instrucción N°8 de Lanús. Lo dijeron los forenses y debe quedar bien en claro: ¡mi hija no se suicidó, fue un femicidio!
Ya vimos lo que sucedió con el caso de Úrsula, que realizó denuncias porque su ex pareja la había amenazado de muerte y nadie le dio importancia hasta que la asesinaron. Deben estar presentes cuando la mujer pide auxilio y acompañarla desde ese momento. Hay que evitar que esto siga sucediendo, frenar de una vez por todas la violencia que se lleva la vida de las mujeres. Y ahí es importante que la Justicia nos escuche cuando realizamos una denuncia, cuando pedimos auxilio, cuando accionamos un botón antipánico.