19 febrero, 2021
, Casa Rosada

UN ENCUENTRO PARA PRESERVAR NUESTRAS VIDAS

Después del asesinato de Úrsula, como nos pasa siempre, nos quedó un dolor en la panza por no saber a quién más le va a tocar, qué otra mujer va a ser asesinada sólo por ser mujer. Todavía estábamos conmovidas cuando Julieta Díaz y Gloria Carrá nos convocaron para pensar estrategias en función de visibilizar y buscar alternativas para el mal funcionamiento que muchas veces tiene el Estado, que está estrechamente vinculado con una cultura machista que todavía no podemos desarmar, aunque todo el tiempo pensamos cómo lograrlo. Así se formó el Colectivo de mujeres y disidencias autoconvocadas, con María Claudia «La Negra» Albornoz, Irina Hauser, Claudia Piñeiro, Mariana Carbajal, Florencia Freijo y Paula de Luque, escritoras, actrices, militantes, músicas y periodistas…
¡Con la fuerza de luchadoras feministas!
Ayer llegamos al salón “Eva Perón” de la Casa Rosada, con todo lo que significa Evita, citadas por el Presidente para que pudiéramos entregarle en mano la carta firmada por más de 30 mil personas de todo el país que nos unimos ante semejante espanto. Discutimos nueve puntos para problematizar las fallas e hicimos propuestas concretas de políticas públicas urgentes frente a la realidad que nos atraviesa y nos arranca a una vecina cada 23 horas. Es fundamental que se priorice a las víctimas de la violencia machista y que se reconozca el laburo esencial de las promotoras barriales que hacemos el trabajo que no hace el gobierno porque no llega a los territorios o porque las mismas mujeres no se animan a denunciar por desconfianza.
Celebramos la voluntad, ¡pero a veces no alcanza!
Entonces, junto con la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, desmenuzamos el presupuesto y las herramientas del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, ya que son el puntapié inicial para nosotras, las que vamos a denunciar, las violentadas, las que perdimos a una hermana, las que tenemos miedo, ¡las que resistimos! Fue una charla de dos horas aproximadamente para intercambiar estrategias que preserven nuestras vidas; porque están muy bien los botones antipánico, ¿pero quién vigila al posible femicida? Por eso pedimos tobilleras para los violentos, ¡y ahí nos enteramos que ya las tiene el Ministerio de Justicia a cargo de Marcela Losardo! Resulta importantísimo el compromiso asumido para aumentar los recursos, es vital para las que nunca podemos decidir las políticas públicas, que siempre somos las empobrecidas, las invisibilizadas; las que necesitamos respuestas inmediatas a las denuncias de tantas mujeres y la depuración de la Justicia que es absolutamente patriarcal, hasta que sea garantizada nuestra seguridad.
Evitar el próximo femicidio,
debe ser una prioridad.

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