24 marzo, 2021
, 24 DE MARZO

45 AÑOS PRESENTES, 45 GRITOS URGENTES

En cada uno de nuestros barrios, la noche más oscura del país atormentó mil pesadillas que perduran y se perpetúan. Pasaron 45 años desde aquel 24 de marzo de 1976: todos los pilares de la sociedad se fueron destruyendo; dejaron en terapia intensiva al sistema de salud, vaciaron la economía, arrasaron con el derecho a la vivienda, censuraron la libertad de expresión, robaron hasta el último gramo del papel prensa, se llevaron todas las tizas de la educación, desaparecieron nuestros derechos, trataron de ocultar 30 mil verdades, fusilaron el futuro, encerraron disidencias y nos quisieron acostumbrar a vivir en la indigencia. Toda esa destrucción que sigue como herida abierta en la sociedad, son nuestros 45 gritos urgentes para una nueva normalidad.

 

 

1. ¡Aparición con vida de Jorge Julio López! ¡Ya!

Lo desaparecieron dos veces: primero en dictadura, cuando lo arrancaron de su hogar el 27 de octubre de 1976, y luego en democracia, el 18 de septiembre de 2006 por denunciar los crímenes de Lesa Humanidad. Sufrió infinidad de torturas y fue testigo de fusilamientos. Todo lo contó en los Juicios por la Verdad, durante los ‘90, mientras regían las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Además, testificó contra el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense que hoy está condenado a cadena perpetua, Miguel Etchecolatz. Seguimos preguntando dónde está, porque no nos callamos Nunca Más.

 

2. ¡Restitución de la identidad de nietas y nietos apropiados!

Desde 1977, las Abuelas de Plaza de Mayo persisten en su incansable lucha por recuperar a sus 500 nietas y nietos, a quienes arrancaron de sus familias biológicas. Esta lucha inclaudicable logró que hasta el momento haya 130 nietas y nietos restituidos, pero quedan muchos más por encontrar. Si naciste durante esos años oscuros del golpe de Estado y dudás de tu identidad, no dudes en contactarte con las Abuelas. Quizás, seas parte de todos los que andan buscando. ¡Sigamos gritando!

 

3. ¡Control Popular a las Fuerzas de Seguridad!

El 7 de septiembre de 2013 nos mataron a Kevin en Zavaleta, en medio de una zona liberada por Prefectura. Este no fue un caso aislado, sino una práctica recurrente en todas las villas; desde ese día se marcó un quiebre para las y los vecinos que no podíamos soportar más los abusos de autoridad. Así nació desde La Poderosa el Control Popular a las Fuerzas de Seguridad.

 

4. ¡Abran los archivos!

Cada 24 de marzo levantamos las banderas que nos legaron en el camino de militancia por la transformación de un mundo mejor. Las y los mantenemos presentes porque nunca flaquearon ni renunciaron a sus ideales, los mismos que les costaron la vida, que los llevaron a ser víctimas de torturas, desapariciones forzadas, vuelos de la muerte, y de la complicidad mediática, empresarial y civil que permitieron estas vejaciones. Hasta la actualidad seguimos gritando por Memoria, Verdad y Justicia junto con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, porque hay 30 mil sueños vivos y una lucha que perdura. Necesitamos que se abran los archivos de la dictadura.

 

5. ¡Luciano Arruga presente!

Las desapariciones forzadas y las torturas son prácticas que las Fuerzas de Seguridad continuaron perpetrando aún en democracia. Una víctima fue Luciano Arruga, que se negó a robar para la Policía Bonaerense y el 31 de enero de 2009 se lo llevaron, con tan sólo 16 años. Cinco años después, su familia lo encontró enterrado en el cementerio de Chacarita como NN, sin identidad y torturado por quienes debían velar por su seguridad. Pasaron 12 años y la causa por su desaparición forzada sigue en etapa de instrucción, sin avances ni culpables. Solo con la impunidad latente. ¿Luciano? ¡Presente!

 

 

6. Juicio a los grupos económicos cómplices de la Dictadura

No sólo fue la fuerza militar la que llevó a cabo crímenes aberrantes durante el llamado “Proceso de Reorganización Nacional”, sino que también hubo responsables civiles como grupos económicos: Techint, Ford, Bunge y Born, Aluar, Clarín, Fate, Mercedes Benz y La Nación, entre muchos otros que aún no fueron juzgados. Se vivieron complicidades como los apagones eléctricos de julio de 1976 del Ingenio Ledesma. Así se secuestraron y desaparecieron a más de 400 trabajadores, estudiantes, sindicalistas y obreros de la localidad, de los cuales 30 de ellos siguen desaparecidos. Otro ejemplo es el grupo Macri, que tenía 7 empresas en 1976 y llegó a 47 al final de la dictadura. Esos cómplices ayer hacían diarios y hoy, literatura.

 

7. Construyamos la nueva normalidad, ¡con el cooperativismo popular!

El neoliberalismo es el origen de muchos males que nos aquejan todos los días, un modelo de sociedad que genera cada vez más desigualdad, más hambre, más explotación y violación de derechos laborales. ¿Qué hacemos contra eso? ¡Lo contrarrestamos con el cooperativismo popular! Desde La Poderosa conformamos 71 cooperativas a nivel nacional, donde 514 personas, de las cuales el 73% son mujeres y disidencias, reconvertimos la forma de trabajo en medio de la pandemia. Así vamos construyendo otra economía posible, levantando la voz, en las antípodas de Martínez de Hoz.

 

8. Ante la miseria planificada, ¡la comunidad organizada!

Cada uno de los golpes de Estado de nuestra historia fue orquestado con mucho tiempo e impulsó un modelo económico que pasaba por encima de las y los trabajadores, imponiendo de manera brutal medidas que hambreaban al pueblo obrero. Por eso nos organizamos en cada barriada de la Patria Baja Latinoamericana para hacer camino al andar, organizando comedores, merenderos, ollas populares y poniendo el cooperativismo como reflejo de la comunidad, siempre al servicio de la comunidad.

 

9. ¡No a la receta de hambre del FMI!

La crisis económica provocada por los militares dejó muchas heridas en Argentina: aumentó un 364 por ciento la deuda externa, que a inicios de 1976 era de 9.700 millones de dólares y en 1983 trepó a los 45.100. En esos años de tanto dolor, había 38 grupos económicos que concentraban el 49 por ciento del total de la deuda privada, a través de sus empresas controladas: Cogasco, Autopistas Urbanas, Celulosa, Acindar, Banco Río (Pérez Companc), Alto Paraná, Banco de Italia, Banco de Galicia, Bridas, Alpargatas, Cia Naviera Pérez Companc, Citibank, Dalmine, Banco Francés y otros. ¿Adivinen qué hicieron después? ¡Estatizaron su deuda e hicieron que la pagáramos nosotros!

 

10. Vacunas ya, contra la pandemia de la desigualdad

Son urgentes las vacunas para el coronavirus, tanto como para esta otra pandemia llamada pobreza, que nos tiene enfermas y enfermos desde mucho tiempo atrás. Nos faltan dosis de urbanización, de Control Popular a las Fuerzas de Seguridad, salarios iguales sin discriminación, acabar con el patriarcado, tener una ley de acceso a la tierra, fortalecer las instituciones que se deben encargar de velar por la salud y la educación en los barrios populares, para combatir la desigualdad. 30 mil vacunas contra la impunidad.

 

 

11. Nos falta Kevin

Desde el 7 de septiembre de 2013 lloramos a Kevin Benega de Zavaleta. Lo lloramos desde que nos lo arrancaron en medio de una zona liberada por la Prefectura, entre 105 disparos de armas de guerra. Entonces, tanto antes como ahora, todos los Kevin de nuestros barrios siguen teniendo sus derechos vulnerados. Ni antes ni después de él, la vida de ningún pibe cuesta una multa de 12.500 pesos como le hicieron pagar a Andrés Daniel Stofd, quien estuvo a cargo de aquel operativo. Ni ahora, ni nunca, nos acostumbraremos a ver a nuestras infancias pintadas en un mural porque ya no las podemos abrazar. El Enano sigue creciendo, y nunca lo van a callar.

 

12. ¡Devuelvan Papel Prensa!

Nunca olvidaremos la complicidad total del aparato judicial con el Grupo Clarín; no olvidamos que torturaron a los anteriores dueños para que cedieran Papel Prensa a Fapel, integrada por los diarios Clarín, La Nación y La Razón. Así monopolizaron la producción de la misma, a través de maniobras, crímenes y presiones de la mano de la Junta Militar. Esto cortó la libertad de expresión de los medios gráficos, provocando el cierre de muchos por no poder acceder a comprar el papel para imprimir sus noticias. Sin embargo, los medios populares seguimos floreciendo: seguimos gritando, y resistiendo.

 

13. Los femicidios villeros no salen en los noticieros

El machismo nos ha arrancado a muchas vecinas y el abandono estatal ha condenado a otras tantas a vivir con sus golpeadores por la necesidad económica. Así perdimos a Melina Romero, que fue completamente estigmatizada por los medios hegemónicos de comunicación, nos mataron a Milagros Orieta y lloramos a Mariela Fernández, que fue completamente invisibilizada por ellos. ¿Recuerdan sus nombres? Seguro no los oyeron, porque los femicidios villeros, ¡no salen en los noticieros!

 

14. ¡Nos deben la ley de medios!

La Ley de Medios no representa una insignia partidaria, ni una cruzada sectaria, ni una gesta individualista, ni una disputa egoísta entre dos adversarios. La Ley de Medios representa la voz de todos los medios comunitarios que la venimos aguantando, que la seguimos esperando y que la defendemos a morir, con las miles de manos que la supieron escribir, enterrando en su cajón a la censura, junto a la “Radiodifusión” que soñó la dictadura… Y sí, con el poder inapelable que concede esta democracia intocable podrían voltearla en nombre de Dios o quejarse de las espinas para cortarle las rosas, pero guarda con “Los Sin Voz”: tienen gargantas poderosas.

 

15. La Garganta es otra carta a la junta militar

“El periodismo es libre o es una farsa”, escribió nuestro redactor jefe, Rodolfo Walsh, antes de que lo desaparecieran el 25 de marzo de 1977. Y hoy lo ejercemos así: libres, libres de pauta publicitaria, de publicidad comercial, de banderas partidarias. Nosotros no somos periodistas, somos Rodolfistas que nos formamos con la idea de tener a la comunicación como herramienta política. Nos valemos de él, del uso de su derecho a la palabra. Llegamos hasta acá abriéndonos paso desde el barrio, a la facultad, la comunicación, la política, porque aún los discursos progresistas de nuestros países llevan blancos universitarios a los escenarios y negros villeros a sostener los palos de las banderas, como si esos saberes no tuvieran valor ni dignidad. Somos sangre de Rodolfo, un grito de libertad.

 

 

16. ¡La esperanza de vida travesti-trans sigue siendo de 35 años!

En pleno siglo 21 hay toda una comunidad que tiene la esperanza de vida partida a la mitad. Sí, a la mitad. Porque, en promedio, las compañeras travestis y trans sobreviven hasta los 35 años como máximo, sin gozar de un trabajo formal, ni educación, ni salud que les brinde el Estado. Completamente abandonadas y atacadas por los crímenes de odio. Por ellas lucharon Diana Sacayán y Lohana Berkins, como mariposas guerreras que marcaron esta historia de lucha. Gritamos para vivir, ¿se escucha?

 

17. Contra la violencia machista, una justicia feminista

En la médula espinal de buena parte del sistema judicial, el patriarcado está instalado. En complicidad con las Fuerzas de Seguridad, ningunean a todas las mujeres y disidencias quienes se acercan a denunciar, no toman las medidas de protección y nos tratan de “exageradas”. Fallan contra las leyes que expresan el sentir popular, absuelven abusadores, ignoran hábeas corpus y hacen abuso de autoridad, avalando a femicidas. ¡La erradicación del patriarcado en los palacios de Justicia es urgente porque pone en juego nuestras vidas!

 

18. Basta de femicidios

Los femicidios de Úrsula y Guadalupe, como todos los demás, son heridas abiertas por las que no paramos de gritar. El Poder Judicial responde lento, el Estado no previene y la Policía se vuelve cómplice. En ambos casos habían denunciado la violencia de género que sufrían. Pero hicieron caso omiso, perpetuando el machismo y la impunidad. Al menos uno de los femicidios que ocurren cada mes, los comete un miembro de las Fuerzas de Seguridad.

 

19. ¡Remuneración para el trabajo de cuidado!

Comedores, merenderos, ollas populares, postas sanitarias, acompañamiento a víctimas de violencia de género. Cada una de ellas es una tarea de cuidado, entre tantas otras. Son incontables las actividades que sostenemos las trabajadoras esenciales de los barrios populares. Con el legado de Ramona en el corazón, seguimos gritando y luchando por nuestros derechos. Las compañeras trabajan, dedican su tiempo, su energía y ¡su vida! para atender las necesidades de sus familias y la comunidad. ¡Por eso deben cobrar! También deben gozar del reconocimiento de todos los derechos que les corresponden por trabajar.

 

20. ¡Dejen de feminizar la pobreza!

Se habla mucho de la paridad de géneros y de oportunidades, mientras persisten grandes desigualdades: las mujeres ganamos un 28% menos por mes que los varones en los mismos puestos de trabajo y el mismo porcentaje es el de mujeres en puestos de conducción. Mientras, en los barrios populares las carreras universitarias están cada vez más lejos de nuestras posibilidades. Necesitamos que se reconozcan las tareas de cuidado y que los varones empiecen a ocuparse de este trabajo para que podamos disponer de más tiempo para capacitarnos, para ir a ganarnos mejores oportunidades y romper el techo de cristal. ¿Se dan cuenta por qué hablamos del sistema patriarcal?

 

 

21. ¡No se olviden de Maxi y Darío!

Su militancia fue el símbolo de los ideales, mientras el país estaba sumido en una profunda crisis. No olvidamos ni perdonamos aquel 26 de junio del 2002 cuando los oficiales de la Policía Bonaerense, Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta, fusilaron a Maxi y Darío. Su ejemplo perdura, para que el pueblo salga a las calles cada vez que quieran robarnos el pan. Estamos de pie, con Kosteki y Santillán.

 

22. ¿Qué pasó con Facundo Astudillo Castro?

Tan sólo tenía 22 años cuando no lo pudimos ver más, 22 años cuando lo desaparecieron en la ciudad de Mayor Buratovich aquel 30 de abril del 2020. Su madre no paró de buscarlo, de recorrer todo el país para volver a abrazarlo. El 15 de agosto, después de más de tres meses desaparecido, unos pescadores hallaron su cadáver en la zona de Cabeza de Buey. Y el 2 de septiembre, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó que se trataba de él. Por este hecho hay cuatro agentes de la Policía Bonaerense bajo sospecha, la misma fuerza que torturó y desapareció a Luciano Arruga en 2009. Seguimos con un dolor profundo, sin saber qué pasó con Facundo.

 

23. Bullrich, contá qué le hicieron a Santiago

El 1 de agosto de 2017, en el marco de un corte de ruta en Pu Lof Cushamen, la Gendarmería Nacional reprimió con bestialidad a la comunidad y desapareció a Santiago Maldonado. Después de 77 días lo encontraron en la misma zona que habían rastrillado cuatro veces: otro desaparecido más en democracia que apareció asesinado. Tres meses después, el 25 de noviembre, cuando estaban velando a Santiago en su pueblo, en la zona del lago Mascardi, un balazo de la Prefectura Naval mató por la espalda a Rafael Nahuel. Hoy seguimos exigiendo justicia por Rafita, cruelmente asesinado. Y que Bullrich nos diga qué hicieron con Santiago Maldonado.

 

24. ¡Justicia por Kiki Lescano!

El 8 de julio de 2009, la Policía Federal asesinó a Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco en la Villa 20 de Lugano. Kiki ya recibía amenazas por parte de los efectivos que no sólo lo fusilaron, sino que lo desaparecieron y lo enterraron como NN en el cementerio de Chacarita. Los disparos los realizó el oficial Daniel Santiago Veyga, quien justificó su accionar argumentando que los jóvenes habían disparado contra él, en una mentira absoluta. Pero como en todos los casos de Gatillo Fácil, el Poder Judicial fue cómplice de este accionar garantizando la impunidad el 26 de junio de 2017, cuando lo absolvieron ¡aún teniendo los videos que filmó mientras Kiki se ahogaba en su propia sangre por los disparos que había recibido! Hoy y cada día, Kiki y Ezequiel presentes, y que Nunca Más haya un pibe desaparecido.

 

25. Queremos saber dónde está Facundo Rivera Alegre

A los pibes los desaparecen en todos los rincones del país. Así fue el 18 de febrero del 2012, cuando Facundo fue a un baile de cuarteto en el Estadio del Centro con tres amigos y no volvió más. En el proceso judicial se logró que en agosto del 2015 la Cámara 11ª del Crimen de la ciudad de Córdoba condenara a Pablo Rearte con 11 años de prisión por el asesinato de Facu. Sin embargo, hasta el día de hoy no se sabe dónde está su cuerpo para que la familia pueda hacer el duelo como corresponde y darle un último adiós. Viviana Alegre, su mamá, desde el primer día denuncia la complicidad de la Policía provincial en el caso y el encubrimiento del Poder Judicial. Sigue siendo una deuda pendiente que cada día crece, mientras Facundo no aparece.

 

 

 

26. Faltan 600 docentes

Durante la última dictadura, la educación fue uno de los sectores más golpeados, perseguidos, controlados y censurados. El mismo gobierno de facto escribió el boletín “La subversión en el ámbito educativo: conozcamos a nuestro enemigo” que se repartió en todas las instituciones educativas. Tanto estudiantes como docentes, fueron denunciadas y denunciados como consecuencia de esta política mediante las intervenciones dentro de los espacios educativos de todos los niveles durante esos años. Esto provocó que 600 docentes sean detenidos y desaparecidos. Por ellas y ellos, gritamos desde las barriadas populares: por los 600 docentes de nuestra historia, ¡continuidad pedagógica de la memoria!

 

27. 30 mil nos educan también, como Sandra y Rubén

El 2 de agosto de 2018, en la Escuela N°49 de Moreno, Sandra Calamano, vicedirectora de la institución y Rubén Rodríguez, el portero de la escuela, fueron nuevas víctimas de la desidia del Estado. Mientras se encontraban preparando el desayuno para el inicio de clases, un escape de gas provocó una explosión que resultó fatal. ¿Un accidente? No, se llama desidia estatal.

 

28. ¿Y la ESI?

El 4 de octubre de 2006 se aprobó la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral. Si bien durante estos 14 años, a través de la lucha de los diferentes colectivos docentes y feministas se fueron incorporando programas que profundizan los diferentes aspectos de la ESI, aún su implementación no es una política pública, sino que queda a la voluntad de cada institución educativa, y en el barrio tejemos las redes para trabajarla en los talleres de nuestras Casas de las Mujeres y las Disidencias. Para criar infancias libres de violencias y deconstruir la cultura patriarcal, ¡necesitamos la implementación de la Educación Sexual Integral!

 

29. Justicia por Fuentealba

El maestro Carlos Fuentealba fue asesinado el 4 de abril de 2007 por la Policía provincial en medio de un corte de la Ruta 22 de Neuquén. Cuando Carlos se encontraba en el asiento trasero de un auto, José Darío Poblete, integrante del Grupo Especial de Operaciones Policiales, lanzó una granada de gas lacrimógeno que traspasó el vidrio del auto impactando en Fuentealba. Esto le provocó la muerte. Después de casi 14 años, nos faltan los juicios a los responsables políticos de la represión. Seguimos levantando las banderas de Carlos, reivindicando su lucha y por eso gritamos que el día del maestro es el 4 de abril. La memoria nos salva: no olvidemos a Fuentealba.

 

30. Nos falta acceso a la educación

Durante el año pasado se profundizó la brecha educativa, dejando a miles de pibas y pibes fuera de la educación formal por no contar con conexión a internet ni dispositivos electrónicos para las clases virtuales. Frente a esta situación, con las barriadas organizadas y la solidaridad de la comunidad, logramos impulsar la campaña #ContagiáConectividad para instalar más de 50 nodos digitales comunitarios en todo el país. Aún es necesario proveer de más conectividad, computadoras, dispositivos, a este tipo de espacios complementarios del sistema educativo en los barrios, con programas de apoyo en el territorio con personal capacitado. ¡La conectividad es responsabilidad del Estado!

 

 

31. ¡Prioricemos la salud mental!

Aunque desde hace 10 años existe la Ley Nacional de Salud Mental N°26.657, que está reglamentada hace ya más de siete, ¡todavía no se cumple! Su objeto es la protección de todas las personas, estableciendo garantías de igualdad en el acceso a los servicios de salud, promoviendo políticas públicas en materia asistencial que tengan como eje principal la atención en la comunidad. Un abordaje de la salud de manera integral, ¡debe contemplar el acceso de las barriadas a la atención de salud mental!

 

32. ¡Vacunen a las esenciales!

Hay compañeras que siempre estuvieron al frente, en la línea de fuego durante todo el 2020 y lo que va del 2021. Muchas vecinas sostuvieron merenderos, comedores y ollas populares sin descansar, porque el hambre también era una pandemia. Esta labor en los espacios socio-comunitarios son un parche ante tantas necesidades como el agua u otros servicios básicos. Por eso, el Estado debe cuidar a quienes nos cuidan, las gladiadoras territoriales. ¡Es urgente que vacunen a las trabajadoras esenciales!

 

33. ¡Salarios para trabajadoras comunitarias!

En las Postas de Salud de las villas en todo el país, sólo desde La Poderosa atendemos a más de 10.000 personas que tienen alguna dificultad para acceder al sistema sanitario. Nuestras compañeras y compañeros son la primera línea de acompañamiento, de cuidado, prevención y promoción. ¡Salvan vidas todos los días! Junto con las trabajadoras educativas, de géneros o espacios alimentarios, su labor sigue sin ser reconocida por las autoridades municipales, provinciales o nacionales. ¡Exigimos reconocimiento salarial y condiciones laborales!

 

34. No al desmantelamiento del sistema sanitario

Una de las mayores heridas que dejó la dictadura en la estructura del Estado y de la ola neoliberal de los ‘90 es la destrucción del sistema público de salud en beneficio del sector privado. Sí, convirtieron en privilegio un derecho, hicieron que sea cada vez más inaccesible. Pese al enorme esfuerzo del personal sanitario en los pocos hospitales en los barrios populares y las comunidades rurales, es muy difícil acceder a una atención de calidad. La falta de insumos, la falta de personal, la precarización laboral, los sueldos de hambre y la desatención estatal son la receta perfecta para el agotamiento de quienes nos cuidan a diario. ¡No desmantelen el sistema sanitario!

 

35. ¡Presupuesto para atención primaria!

Institucionalmente, en las barriadas tenemos una primera línea conformada por los centros comunitarios de atención primaria de la salud, desde las que se realizan acompañamientos y contención en nuestros barrios. Articulando entre organizaciones sociales y los centros logramos sostener las postas de salud con el trabajo en conjunto y así brindar respuestas a las diferentes problemáticas. Para realizar este trabajo necesitamos acceder a capacitaciones de formación constante y contar con los recursos necesarios para llevar adelante las tareas de promoción y prevención. Necesitamos insumos, ¡atención, atención!

 

 

36. Basta de violencia ambiental

Los recursos naturales abundan en la Patria Grande, como también abunda la explotación que sufren. Pasan los años, y el ecocidio avanza sobre la región: se sigue permitiendo la privatización de los recursos naturales y la concentración de tierras para el monocultivo. Los incendios forestales, la expulsión de habitantes originarios, la contaminación de cauces hídricos o la fumigación con agrotóxicos, la tala y la minería extractivista mediante el fracking, están destruyendo nuestros recursos no renovables. Ante este avance, unimos nuestro grito junto al de Jóvenes Por El Clima, en defensa de los trabajadores de la tierra y denunciando los crímenes ambientales que deben parar. ¡Arriba el ambientalismo popular!

 

37. ¡Obras hídricas para no inundarnos!

Todavía perdura la herida abierta desde el 2003 cuando Santa Fe quedó bajo agua y 158 personas pagaron con su vida la inacción del ex Gobernador provincial Carlos Reutemann. Somos 130 mil personas esperando que se juzguen a los responsables políticos de la inundación. En el barrio Los Álamos, Provincia de Buenos Aires, perdimos a Tobías que sólo tenía 8 meses cuando murió ahogado en la inundación de 2018. Ni antes ni después hubo obras en su barrio para prevenir. Hoy, como ayer, necesitamos obras hídricas para que no vuelva a suceder.

 

38. ¡Urbanización ya!

¿Alguna vez se preguntaron por qué las villas de Capital estamos numeradas? ¿Trataron de googlearlo? Cada una de nosotros lleva un número porque era el que correspondía en el Plan de Erradicación de Villas. Los nombres que hasta hoy perduran al igual que los escombros, la falta de cloacas, de servicios básicos, de vivienda digna, de asfalto, de acceso a la salud, a la educación o al trabajo digno. Zavaleta, en CABA, sigue siendo nombrado como Núcleo Habitacional Transitorio a 66 años de su creación. Así como la fundaron, la abandonaron al igual que a todos los demás barrios del país. En esa precariedad perdimos a Ramona y a muchas compañeras más. Todas pedían agua potable, ¡todas eran muertes evitables! Por eso necesitamos un plan de acción, para llegar hasta la urbanización.

 

39. ¡Ley de acceso a la tierra!

La tierra debe ser de quien la trabaja y desde la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) ya presentaron tres veces en el Congreso de la Nación un proyecto de Ley de Acceso a la Tierra. ¿Qué proponen? Que los pequeños productores puedan acceder a una parcela para poder producir alimentos. Este “campo” sí sabe cómo fomentar un desarrollo ambiental, social y económico de una manera sustentable. Es imposible acabar con la exclusión, si la concentración de la tierra sigue siendo una opción.

 

40. La calle no es para vivir, ¡menos para morir!

Sólo en la Ciudad de Buenos Aires se estima que hay 7251 personas en situación de calle, de las cuales 871 son niños o niñas. Nunca son noticia, excepto cuando alguien se muere por cagarse de frío en pleno invierno. No alcanza con una manta o con un plato de comida que llega de manera ocasional, sino que se necesita una solución integral con políticas laborales y reinserción social.

 

 

41. Roberto Santoro

Nació el 17 de abril de 1939, en Buenos Aires. De inspiración guevarista, nos enseñó a resistir a través de la literatura, haciéndonos saber que el potrero es un lugar de lucha y revolución. Poeta, pintor, vendedor ambulante, hijo de obreros, tenía dos pasiones: la militancia y Racing. El 1 de junio de 1977, fue secuestrado en la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 25 «Teniente Primero de Artillería Fray Luis Beltrán», mientras cumplía su rol de preceptor. Al pasar los años, más lo recordamos, llevando su lucha al fútbol popular, a las asambleas y a la comunicación, en cada grito y en cada gambeta. Estás vivo, ¡poeta!

 

42. Azucena Villaflor

Una madre de la lucha, que salió a gritar a las calles contra la crueldad de la dictadura militar. Nació el 7 de abril de 1924, en Avellaneda, y fue madre de cuatro hijos. El 30 de noviembre de 1976 cambió su vida completamente cuando secuestraron a su hijo Néstor de Vincenti junto a su pareja, Raquel Manguin. Ella, al igual que otras madres, fue marcada por Alfredo Astiz, que se hizo pasar por hermano de un desaparecido para acercarse a ellas y el 10 de diciembre de 1977 fue interceptada por autos de un grupo armado clandestino que la desapareció. Nunca la olvidamos, en todas nuestras batallas la abrazamos, con un grito de justicia, de memoria y de amor. Gracias, Azucena Villaflor.

 

43. Carlos Mugica

Más conocido como Padre Mugica, el cura que amaba la villa, específicamente la 31. Codo a codo con la comunidad, transcurrió su militancia luchando con amor, defendiendo los derechos desde la urbanización, creyendo que los vecinos tenían que ser escuchados, sin intermediarios. Sostuvo su lealtad al pueblo, renunciando a sus privilegios, entendiendo que para cambiar la realidad, se empieza desde abajo, desde el barro. Miembros de la Triple A lo asesinaron después de una misa, con 14 disparos. Le quitaron la vida, pero nunca pudieron matar esa sonrisa, la devoción por el otro y, fundamentalmente, la resistencia villera con todo lo que implica. ¡Qué grande seguís siendo, Mugica!

 

44. Victoria Walsh

Nació el 28 de septiembre de 1950 en la ciudad de La Plata. Era militante de Montoneros, hija del periodista y escritor Rodolfo Walsh. A los 22 años siguió el mismo oficio que su padre y trabajó para el diario “La Opinión”, al cual abandonó ante las denuncias de su propio director quien acusaba a sus compañeros de guerrilleros. Fue entonces que se hizo cargo del departamento de prensa en el frente sindical de la organización y comenzó a militar en barrios empobrecidos.
El 29 de septiembre de 1976 se quitó la vida, luego de combatir contra más de un centenar de soldados que rodearon la casa donde se encontraba escondida, porque jamás perdería la dignidad y la memoria. Llevamos tu integridad, ¡hasta la Victoria!

 

45. Gustavo Cortiñas

Formado en la solidaridad social del bachillerato humanístico de la Inmaculada, donde descubrió la militancia católica tercermundista, una amiga de la Villa 31 lo llevó a la capilla del Barrio Saldías. Fue secuestrado y desaparecido el 15 de abril de 1977 a los 24 años, y desde ahí, su mamá Norita comenzó su búsqueda. Por su militancia y su entrega por las causas del pueblo, en la asamblea popular de La Poderosa en la Villa 31 le pusimos a nuestro comedor su nombre «Gustavo Cortiñas» para tenerlo siempre presente, abrazando a su madre, continuando el camino del compromiso, para transformar este mundo y hacerlo mejor para los niños y las niñas. ¡Digno hijo de Cortiñas!