De corazón a corazón, reivindicamos 45 años de Memoria, persiguiendo la Verdad y exigiendo la Justicia. Hoy gritamos con todas las madres del pueblo y sus distintas generaciones: para seguir luchando nos quedan 30.000 razones.
* De Cristina Castro, mamá de Facundo Astudillo Castro, para Estela de Carlotto.
Estelita, ¡sos un ejemplo! Siento las ganas de agradecerte, una y 30 mil veces, por todo lo que nos enseñaste. Nos abriste el camino de la lucha que llevamos las madres de hoy; sos una mujer con principios e ideales, por eso mi absoluta admiración. Sos una gran luchadora de la vida, y una artesana de la construcción colectiva. Gracias, sobre todo, por mantener la Memoria viva.
* De Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga, para Nora Cortiñas.
Hoy, 24 de marzo, día del Nunca Más, de la Memoria, de no olvidar a los 30 mil; hoy es un buen día para reievindicarte, Norita, porque sos la historia viva, la lucha, la enseñanza de no bajar jamás los brazos. Sos una guerrera incansable, la madre y la maestra de todas y todos. ¿Cómo no ibas a serlo? Si nos marcaste de qué lado hay que estar y cómo debemos caminar en la vida. Por todo lo que sos, creo que me quedo corta. En mi lucha, la lucha de Luciano, representás el acompañamiento en el dolor. Fuiste mi gran mentora: si después de 45 años no bajaste los brazos y seguís reclamando justicia por Gustavo… ¿Por qué los voy a bajar yo, a 12 años de seguir gritando por Justicia para mi hijo? Norita, sos la historia viva de 30 mil compañeros detenidos desaparecidos.
* De Viviana Alegre, mamá de Facundo Rivera Alegre, para Taty Almeida.
Taty querida, aún recuerdo el día que te conocí personalmente, cuando llegaste a Córdoba para venir a una actividad por Facu, y aquel día -hace dos años- que nos encontramos en la Ex ESMA. Es imposible no quedarse observándote, por el amor y la ternura que transmitís, pero sobre todo por la lucha y la perseverancia que te caracteriza. Vos, junto a todas las Madres, siguieron y siguen luchando hasta encontrarlos a todos, hasta llegar a la verdad y tener justicia; eso me empuja a seguir. Taty, te quiero mucho; y hoy, más que nunca, te mando un fuerte abrazo. ¡Hasta la victoria, siempre!
* De Mariana Sánchez, mamá de Nazareno Vargas, para Hebe de Bonafini.
Hebe, sólo te puedo decir gracias… Gracias por recibirme aquel 24 de marzo en la casa de Madres, por mirar la foto de mi hijo con Agustín y aconsejarme: «Nena, no te calles, nunca dejes de luchar». Si hoy nosotras salimos a las calles, es gracias a ustedes. Para mí es un orgullo verte tan inmensa, con tanto coraje, con tanta valentía, porque sos una gran referenta para nuestras vidas. Por todo eso, sólo te puedo decir gracias por no rendirte, por enfrentarte a todo ese poder nefasto que hubo y que sigue estando, porque hablamos del Nunca Más mientras nos siguen matando a pibes y los desaparecen como a Luciano Arruga o Santiago Maldonado. Gracias, realmente, por demostrarnos que el único camino que queda es el de la lucha, el de no hacer silencio y el de seguir sembrando memoria por las futuras generaciones. Hebe, gracias por iluminar nuestro andar.
