4 abril, 2021
, Carlos Fuentealba

EL CAMINO ES LA EDUCACIÓN

Fuentealba pizarrón

* Carta de las y los egresados del bachillerato popular Ernesto “Che Guevara”, para Carlos Fuentealba, a 14 años de su asesinato.

Querido Carlos, queremos que sepas que, aunque no podamos abrazarte, estás acá con nosotras y nosotros en este momento tan importante: ¡hoy egresamos las y los estudiantes del bachillerato popular Ernesto Che Guevara de la Villa 31! Y esto no hubiera sido posible sin tu docencia implacable, porque a 14 años de aquel horrible día en que te asesinaron, seguimos aprendiendo con vos en cada clase magistral en defensa de la educación. Sos y serás nuestro mejor ejemplo porque, en primer lugar, nos enseñaste a no rendirnos.

En medio de la villa, nos calzamos tu guardapolvo, que defiende el derecho a estudiar en condiciones dignas. Hoy, en nuestro egreso, levantamos el orgullo vivo de tu legado, en las narices del Estado que se empeña en ignornarnos. No fue fácil, Carlos, te imaginarás. Si la cursada se tornaba difícil porque teníamos que lidiar con las condiciones de exclusión que nos atraviesan diariamente, hacerlo en medio de una pandemia resulta mucho más complicado. Aún así, hasta en los tiempos más oscuros, nos abriga tu enseñanza: cualquier batalla es colectiva, antes que todo. Entre estudiantes y educadoras, nos organizamos y salimos adelante, reinventándonos desde la virtualidad. También tejimos redes con nuestros comedores, para asegurar las viandas, y los nodos de conectividad. Costó, pero acá estamos, ya nos ves, egresando.

Palpitamos este momento con ansiedad y nerviosismo, porque aprendimos de vos que tenemos una responsabilidad absoluta: intercambiar saberes entre la comunidad. Ya nos dijeron que no podemos, que no sabemos y que no valemos; sin embargo, le hacemos frente a la estigmatización. El día que proyectamos este espacio educativo, donde los contenidos se abordarían acorde a nuestra realidad, esa mañana en la que vislumbramos un programa estudiantil desde el barrio para el barrio, te recordamos a vos, Carlos. Concretamos nuestra formación con la fuerza de tu historia, y le dimos curso a un lugar soñado en el cual tu resistencia es cimiento. Desde hace cinco años le venimos poniendo cuerpo y corazón a esta construcción.

Estás presente,
gracias a tu convicción.