Andando por el sur, las tierras valen tanto como el oro. Al noroeste de Neuquén se encuentra Villa del Nahueve. Allí vive la familia Sepúlveda, que hoy mismo sigue haciéndole frente a quienes quieren arrebatarles lo que hace generaciones les pertenece. Llevan más de 80 años echando raíces en la misma zona, pero no pueden dormir en paz debido al miedo de ser despojados de lo poco que tienen; el 12 de mayo recibieron una intimación para desalojar su hogar. Desde entonces, la pesadilla de quedar en la calle es recurrente.
Su tierra, su hogar y su historia está en la mira de las empresas Rovella Carranza S.A. y la Comisión de Fomento de Villa del Nahueve; ambos buscan avanzar a como dé lugar con la represa sobre el río Nahueve. El despojo se profundizó el 3 de junio de 2020, cuando el gobernador Omar Gutiérrez firmó un contrato para la construcción de una represa o “Central Multipropósito” en el río Nahueve. ¿Y todas las personas que viven en el Departamento de Minas? En alerta permanente. Más aún la familia Sepúlveda, ya que todos sus integrantes quedarían en la calle, incluidas siete niñas y niños, entre los cuales hay un bebé de dos meses y un menor con discapacidad. ¿Aún así piensan avanzar? Una negligencia avalada por el gobierno provincial.
El miércoles pasado agentes de la Policía de Neuquén frenaron a Cristian Sepúlveda, sobrino de Héctor, en la calle para decirle que “esa casa no era la suya” y que tenía una denuncia por “llevar gente ahí”. ¡Cuando en realidad era su familia que estaba queriéndose aislar! Por si fuera poco, les dieron 24 horas para irse: “Todos se pararon en la puerta de mi casa. Nos dijeron que no podíamos estar acá, que no podíamos permanecer en el lugar, que ‘no se recibían visitas’, cuando en realidad es mi casa. Y ellos mismos reconocieron que lo era porque la intimación de desalojo dice que ‘debo desalojar la vivienda’. Fue un momento terrible, ¡imaginen la preocupación y el miedo de mis hijos!”.
Una familia que arrastra litigios judiciales desde el 2014, cuando la misma Comisión de Villa del Nahueve se apropió ilegalmente de sus tierras para construir una “Villa Turística”. Los terrenos fueron asignados a los funcionarios públicos que deberían velar por la seguridad de la gente, desde el intendente hasta afiliados del Movimiento Popular Neuquino. Aunque pasen los años, Héctor Sepúlveda permanece de pie defendiendo sus derechos: «Desde que mis padres vinieron a este lugar en 1940, vivimos acá, son nuestras raíces. Nos han reprimido por defender nuestro terreno, no sólo nos golpearon, sino que también nos robaron herramientas de trabajo que nos costó mucho comprar y eran para empezar un nuevo emprendimiento. No tienen ningún respaldo legal para querernos echar de nuestro campo y aunque nos dieron 72 horas para retirarnos, seguiremos acá reafirmando nuestra postura».
No importan los años, ni las persecuciones,
de esta tierra nadie se va porque es un legado de resistencia y cultura.