27 junio, 2021
, Poesía de barro

EL ORGULLO, DE ESTE LADO

cocineras

Cada vez que salís por la puerta,
me invade la preocupación,
compañera.
Yo sé que la fuerza
es tu segundo nombre,
y confío en la solidaridad
que emanan tus manos
cuando revolvés
la olla popular del barrio.
Sé que el hecho
de que esa vecina,
con la que te criaste desde chica,
pueda comer hoy,
te levanta las defensas
y te permite dormir tranquila.
Pero cada vez que salís por la puerta,
compañera,
me invade una especie de terror:
temo que este virus te enferme
y tengas que recuperarte en tu hogar,
ése que se llueve
y carece de calefacción.
Yo, más que nadie,
sé que no podés quedarte en casa,
así sin más.
La realidad es que, esta pandemia,
a veces me sobrepasa.
Y cuando te vas,
ruego con el alma
que les vaya bien
y tengan salud;
vos y las cocineras a tu lado,
las que garantizan la comida en cada barrio,
las que diariamente trabajan,
sin vacuna y sin salario.
Cada vez que cruzás la puerta,
yo sólo quedo orgullosa del otro lado,
esperando que vuelvas
con otro triunfo y en paz;
sana, sonriente y llena de esperanza,
nada menos,
y nada más.