30 agosto, 2021
, Desaparición Forzada

UNA AUSENCIA MÁS QUE PRESENTE

Día de la desaparición forzada

En este mismo instante hay familias que se levantaron de su cama con la misma pregunta de todos los días. El llanto de una madre aparece por la noche, cuando todo está oscuro y la casa se inunda de un silencio insoportable. Antes de que la impunidad le arrancara a su hijo, él la acompañaba a hacer trámites y hacía los mandados; desde que no está, hay un plato menos en la mesa para almorzar. A partir de ese día, que se lo llevó la policía, ya no suena su música favorita en el hogar, ya nadie hace esos chistes que ayudaban a sobrellevar el día, y nadie juega con los perros, como él lo hacía.

La angustia de un hermano resurge por las tardes. A veces hay un pequeño triunfo cotidiano que no puede compartir o un consejo que necesita pedir. Antes siempre acudía a esa hermana mayor, a la que un día detuvieron los agentes del Estado, esos uniformados que no pueden mirar a los ojos cuando repiten como loros: «La estamos buscando». No saber dónde está es la incertidumbre más dolorosa, porque se han criado juntos y siempre, pero siempre, se contaban todo en confidencia. Tenían un ritual: unos buenos mates en lo de la vieja, cuando caía la tarde. Pasan los días y su recuerdo no se apaga.

La ausencia de un nieto se siente, sobre todo, los domingos. Esa abuela, que se levanta y empieza a cocinar temprano para la juntada familiar, revuelve la olla mirando hacia abajo, conteniendo más de 30 mil preguntas. ¿Dónde está? ¿Estará vivo? ¿Sabrá que hace años lo estamos buscando? ¿Se parecerá a mi hija? ¿Tendrá sus ojos? Esa abuela, que ha mirado los ojos de militares en los tiempos más siniestros, esa abuela que conoció y sobrevivió al terror, todavía no puede creer que hasta el día de hoy siga sucediendo. Los siguen desapareciendo.

En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, honramos la memoria de las y los desaparecidos, las venas abiertas de los gritos colectivos. No dejaremos de buscarlos, mientras estemos despiertas y vivos.