?? Por Fidel Ruiz.
Me va costar dejarlos, echarlos de menos, seguir en los días oscuros, en las difíciles, en las risas, en cada partecita de la vida, si fueron parte de todo, de mis logros, de mis tropiezos. Los abracé todos estos 4018 días, uno por uno, en cada despertar, en cada calle, en todos los pasillos, en el potrero, en las bolitas. ¿Y ahora? Es momento de dejarlos ir.
Pero primero les quiero contar algo…
Lo hicimos. Lo logramos. Después de tanto, está el polideportivo que soñamos, para el barrio que tanto amamos, por el que tanto luchamos. Ahí estarán presentes nuestros sueños, esos anhelos que tuvimos desde pibitos, esa lucha colectiva en el potrero y el deseo de cambiarlo todo. Es lo que le dejaremos a esas juventudes que están, a las que llegarán, al pasado, al presente y al futuro, para que no suceda lo que sucedió con nosotros, para que no vuelva a ocurrir; quién puede pensar que se puede vivir sin esos amigos que te enseñaron que la libertad es soñar.
Pero hoy los tengo que dejar volar.
Después de diez años que los veía en las noches, en las mañanas, cuando me perdía, cuando no tenía fuerzas, ahí, a mi lado estuvieron. Ahora, me sacaré esta remera empapada, la mochila tan pesada y seguiré, para poder seguir luchando por todo lo que soñamos; extrañándolos estaré, ya no se me acercarán los fantasmas, seguiré este camino, dejando de preguntar como llegué hasta acá y abrazaré a ese pibito de 16 años que empezaba a acostumbrarse a ir al cementerio para despedir a sus amigos. A partir de mañana, el sol por la ventana alumbrará.
Hoy voy a poder dormir tranquilo.
Vayan a descansar en paz, los voy a extrañar.