2 septiembre, 2021
, Gatillo Fácil

“EL NUEVO JUEZ DEBE INVESTIGAR LO QUE LA JUSTICIA NO HIZO EN 7 AÑOS”

Mónica Campoy, mamá de Andrés García Campoy

* Por Mónica Campoy, mamá de Andrés García Campoy, asesinado por gatillo fácil en Mendoza.

Hace siete años que me miro al espejo y me hago la misma pregunta. ¿Cuánto tiempo más tendré que exigir justicia por mi hijo? El 13 de junio de 2014, Andrés pasó por un control de tránsito en la Ruta 7, de camino a Luján de Cuyo, y fue interceptado por dos agentes de Gendarmería. Ahí, Maximiliano Alfonso Cruz y Corazón de Jesús Velázquez lo asesinaron de un disparo en la nuca. Me dijeron que mi hijo se había suicidado con una carabina, heredada de su abuelo, que estaba en venta y ni siquiera funcionaba, ya que no tenía municiones; pero yo sé bien que fueron ellos quienes le quitaron la vida. Él tenía apenas 20 años y me dejaron con un dolor tan pero tan grande, que sólo me queda transformarlo en lucha.

Andrés era un pibe laburador y estudiaba Seguridad e Higiene Industrial. Hoy tendría 27 años y ya estaría ejerciendo la profesión que eligió. Estoy en busca de la verdad desde el día que lo asesinaron, por eso, durante este tiempo, me encargué de poner en la mesa todas las falencias de su causa. A mi hijo lo mataron fuera del auto y lo arrastraron hacia adentro y, teniendo en cuenta la hipótesis de la carabina, es imposible manipular ese arma para ejecutar un tiro en su nuca. No sólo lo asesinaron, sino que también hicieron abandono de persona: lo dejaron sufriendo y, una hora después, llamaron a la ambulancia. Lo mataron dos veces: gatillaron y lo dejaron morir.

El juez federal Walter Bento jamás me escuchó, a pesar de haberme constituído como querellante de la causa. Bento, que fue destituido del caso al ser procesado como presunto líder de una asociación ilícita dedicada al cobro de coimas a cambio de beneficios judiciales, manejó el expediente de manera irregular y, a pesar de las pruebas que los incriminan, liberó a los agentes de Gendarmería sin procesarlos. Actualmente, la carátula es “Homicidio agravado por la participación de la fuerza pública de seguridad” y, aunque ya pasaron siete años del asesinato de mi hijo, ¡ni siquiera le sacaron la bala de la cabeza!

Ahora, la causa está en manos del titular del Juzgado Federal 3, Marcelo Garnica. Esto me da esperanzas, ya que tanto mi familia como nuestros abogados tenemos los ojos encima del expediente para exigir que realmente se agilice. Me reconforta saber que nuestra lucha, las veces que nos movilizamos en las Marchas Nacionales contra el Gatillo Fácil, las puertas que hemos tocado junto con otras madres, no fueron en vano. Toda esa organización ha logrado este cambio sustancial, y me da fuerzas para continuar pidiendo una real investigación al nuevo juez a cargo. Seguiré exigiendo a la Justicia y a él que haga su trabajo, no podemos soportar más que las Fuerzas de Seguridad nos arranquen la vida de nuestros hijos.