Mientras que cada 40 horas perdemos vidas de mujeres y disidencias a manos de femicidas, en el distrito más rico de la Argentina, el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta le destina un 0,07% del presupuesto total de la Ciudad al ente que debe cuidarnos, la Dirección General de la Mujer (DGM). Esto equivale a $108 por cada ciudadana ejecutado en el primer semestre y 0,86 centavos por día para la prevención y atención de víctimas en el presupuesto anual.
En el 2015, la Legislatura Porteña promulgó la reforma de la Ley 1688, donde exige que exista al menos un Centro Integral de la Mujer (CIM) por comuna. Hoy en día, de las 15 comunas que integran la ciudad, solamente hay 11 abiertos que funcionan con múltiples falencias, bajo presupuesto y personal reducido. No atienden por teléfono, ni de noche ni los fines de semana. Para contrarrestar la escasez en políticas de género y pensar un abordaje comunitario desde nuestro feminismo villero, abrimos dos Casas de las Mujeres y las Disidencias, en la Villa 21-24 y en la 31, con vecinas que son trabajadoras comunitarias en género, que brindan asesoramiento y acompañamiento en casos de violencia. Además de hacer diversos talleres para jóvenes y adultas, con el fin de empoderar y apuntar hacia la independencia económica generando cooperativas de trabajo.
Sostenemos estos espacios de forma autogestiva, frente a la ausencia estatal del Gobierno de la Ciudad. Aun sin presupuesto, ¡nuestras Casas sostienen a la comunidad!
