Hoy llevamos la voz de 114 asambleas al Ministerio de Desarrollo de la Nación porque las trabajadoras de los comedores populares nunca paramos. Con la lucha viva de Ramona que nos ampara, pusimos sobre la mesa que seguimos trabajando en la informalidad: sin un salario digno. Allí, la ministra Elizabeth Gómez Alcorta y el ministro Juan Zabaleta se comprometieron a gestionar una medida económica postergada y sumamente necesaria: ¡Salario Mínimo Vital y Móvil para las cocineras comunitarias!
Ramona vive,
la lucha sigue.
