6 diciembre, 2021
, Gatillo Fácil

“FUERON SIETE AÑOS DE LUCHA, ESPERAMOS QUE SE HAGA JUSTICIA”

* Por Malvina Godoy, hermana de Franco Casco, torturado y asesinado en Rosario por la Policía de la Provincia de Santa Fe, en octubre de 2014.
Son muchas emociones que siento al llegar al juicio después de siete años luchando. Primeramente una alegría enorme, porque cada vez falta menos, pero también tristeza porque se nos remueve todo lo que tuvimos que atravesar, como la muerte de nuestra mamá dos años después de que lo mataran a Franco. Ella no podrá estar con nosotros, pero seguimos adelante y haremos todo lo posible para que se haga justicia, esperando que condenen a todos los policías y cada una de las personas involucradas, que de una forma u otra participaron en la desaparición forzada y el asesinato de mi hermano.
A Franco lo recordamos como un pibe muy alegre que siempre nos recibía con una sonrisa, le encantaba jugar a la pelota con sus amigos. A mis tres hijos les arrebataron a su tío que amaban, y él además soñaba construir un futuro para su hijo, que hoy tiene 10 años. Thiago se quedó sin su papá desde muy chiquito, pero siempre lo tendrá presente.
Todos estos años sentimos el apoyo de muchísimas personas y organizaciones que nos mantuvieron en pie, a toda la familia. Ahí encontramos las fuerzas para no bajar los brazos. Fue un caso que se difundió mucho por la impunidad con la que se manejaron y lo que le hicieron a Franco: detenerlo, golpearlo en la comisaría, torturarlo y luego tirarlo al río. Pero lo que más nos duele hoy es que estos accionares se siguen repitiendo; a dos cuadras de nuestra casa, en Florencio Varela, que es donde vivíamos con mi hermano, vivía Lucas González, que también lo mató la Policía. Estuvimos acompañando en las marchas y todo me recordaba a Franco, fue casi lo mismo.
La Policía sigue matando a los pibes por usar gorrita, por ser morochos; nos termina dando miedo quienes deberían cuidarnos, mi hijo tiene terror de salir con gorrita de casa y yo de que un día la Policía tire por tirar y lo mate. Para peor, la Justicia es lenta, muchas veces mentirosa y pretende meter cosas en la causa tildándolos de chorros. Por todo eso pasamos las familias cuando nos matan a un pibe que se fue a jugar a la pelota, como Lucas, o que fue a Rosario a ver a su tía, como Franco.