Nos metimos por las calles del barrio porteño de Barracas, en el corazón del Centro de Integración Ernesto “Che” Guevara que forma parte de «Proyecto 7», una Asociación Civil que aborda las problemáticas de las personas en situación de calle. Allí palpamos de cerca los latidos de una cooperativa conformada por las y los descartados del sistema, que terminaron en la intemperie sin un techo, sin comida, sin abrigo, sin salud o educación garantizada. Por eso crearon “Boca Calle”, ¡alfajores desde abajo para el mundo! Recolectaron caños de PVC para armar los moldes y le pusieron su empeño a un emprendimiento que les permitirá tener unas monedas más en el bolsillo: “Quienes estuvimos en la calle, vivimos toda la vida con la problemática de los gobiernos que no focalizaron en nosotros como personas con derechos. Para ellos, solo tenemos que ser asistidos con un plato de comida, cama o ducha”, nos dice Horacio Ávila, uno de sus coordinadores.
Paridas y paridos por la crisis de 2001, Proyecto 7 buscó una impronta “más humanitaria y menos carcelaria» para contener a las personas que tienen que vivir a la intemperie. Horacio nos comparte los frutos: “Los cooperadores de todos los centros eran personas que estuvieron en situación de calle y que, como le pasa a un montón de gente que necesita laburo, se organizaron para tener salidas económicas”. Por eso lo primero que se construyó fue una panificadora, aunque no fue suficiente. “Se nos ocurrió hacer alfajores. En una asamblea pensamos el logo, el nombre y la forma de generar recursos. Luego articulamos con la Cámara de Kiosqueros de la Ciudad que nos dio una gran mano”.
Solo en CABA, hay más de 7 mil personas sobreviviendo en situación de calle. Horacio sabe que nadie conoce su situación mejor que ellos mismos: «Hay que pensar más en la necesidad de la población. Si querés saber qué le pasa a un villero, andá y hablá con un villero, si querés saber qué le pasa a una persona en calle, acercate a una ranchada”. Difundamos, acompañemos e impulsemos la resistencia de las y los trabajadores. ¡Ahora ya saben dónde comprar alfajores!
