Con la emoción de las y los pibes por un nuevo comienzo, arrancaron las clases. Sin embargo, otra vez, todo se nos hace cuesta arriba: llenar la mochila con útiles es imposible, acceder a la ropa es un lujo y el transporte está cada día más caro.
Lili, desde el barrio Rodrigo Bueno de CABA, te la hace corta: ¡que la educación no sea un privilegio!