Una vez más, el Poder Judicial y el patriarcado sellan un pacto para garantizar la impunidad de los violentos. Frente a tanta injusticia, Thelma sigue de pie, inquebrantable, con la misma fortaleza con la que elevó la voz hace más de tres años, para no callarse nunca más.
La lucha sigue, Thelma, no estás sola.