El 15 de marzo, en los Tribunales de San Martín, Buenos Aires, comenzará el juicio contra Eva Analía de Jesús, más conocida como Higui. El 16 de octubre de 2016, Higui fue atacada por un grupo de hombres en un intento de “violación correctiva” por su condición de lesbiana. Por defenderse, estuvo ocho meses presa y logró salir en libertad gracias a la presión popular. Hoy está acusada de “homicidio simple” y su caso se transformó en símbolo de lucha contra la lesbofobia.

Mientras sus agresores siguen impunes, Higui enfrenta un juicio pese a la enorme cantidad de pruebas que demuestran que actuó en defensa propia. El proceso está a cargo del Tribunal Oral Criminal N°7 y constará de cuatro audiencias: una vez más, la presión social y el apoyo popular serán fundamentales para que Higui pueda, finalmente, ser absuelta.

Una de sus abogadas, Gabriela Conder, nos cuenta cómo se preparan para el juicio: “Higui está bastante angustiada, y lo está sobrellevando como puede. Tratamos de que no hable del caso porque le hace muy mal revivirlo, y estamos trabajando para darle toda la contención posible. Ella es una piba de barrio, y su caso tiene mucho que ver también con la criminalización de la pobreza. Siendo pobre, está excluida de un montón de cosas, y tiene menos elementos para defenderse. Cuando salió de la cárcel, se le abrió un mundo. ‘Yo no entendía qué me querían decir con mi lucha es tu lucha, ni sabía lo que era el patriarcado’, me decía”.

“Estamos disconformes con la investigación que se hizo y con el enfoque que tuvo. Ahora el Tribunal está actuando bien, y tenemos esperanzas de que la Justicia tenga esa perspectiva de género que no hubo en la investigación. Exigimos la absolución de Higui y que no criminalicen más a las mujeres por defenderse. Higui iba a sufrir una violación correctiva: sus agresores le decían ‘te voy a hacer mujer’. Y ella se defendió. Si hubiese habido perspectiva de género, Higui no habría llegado a juicio; pero las leyes están hechas para los varones”.