Ayer se conocieron las últimas cifras de inflación, que en febrero fue del 4,7%, la más alta en el último año. El incremento más fuerte fue en los alimentos, que aumentaron un 7,5%. Frente a esta situación, está reunido el Consejo del Salario, una instancia necesaria para discutir los ingresos de gran parte de los trabajadores asalariados. Pero no de todos… faltamos nosotras. Las que cocinamos para 10 millones de personas en todo el país; las que acompañamos miles de casos de violencia de género; las que hacemos el 72% de las tareas de cuidado, domésticas y de crianza, que representan el 15,9% del PBI.
Hoy se necesita más de un salario mínimo para cubrir la Canasta Básica Alimentaria y no quedar por debajo de la línea de indigencia, y más de dos salarios mínimos para cubrir la Canasta Básica Total y superar la línea de pobreza. Las mujeres somos el 70% del 10% más pobre, y la inflación nos pega más que a nadie, pero no estamos en esa mesa. Desde acá, vamos a seguir gritando, tantas veces como sean necesarias:
¿Cuándo discutimos el salario para las trabajadoras comunitarias?