6 abril, 2022
, Gatillo Fácil

JUSTICIA, ¡HASTA QUE PAREN DE GATILLAR!

Se acaba de condenar a Héctor Amarilla a cadena perpetua, por el asesinato de Nicolás Vázquez y después de más de ocho años de lucha se hizo justicia.

El 25 de septiembre de 2013, el ex policía Héctor Amarilla decidió dispararle a Nicolás, de 18 años de edad, cuando salía de probarse ropa en un local de Lanús, provincia de Buenos Aires. Su asesino no tuvo piedad para gatillar, y le arrebató una vida de proyectos y sueños por cumplir. Como si esto fuera poco, plantó un arma en la escena y se disparó a dos cuadras del hecho, para montar la conocida historia del enfrentamiento armado.

A pesar de estar acusado de otros seis homicidios, Amarilla pudo huir del país y vivir tranquilo durante un tiempo, gracias a una gran cadena de complicidades. Lo que no imaginó fue que, al volver, iba a ser detenido y acusado por el homicidio de Nico. Esta instancia se logró gracias a la fuerza y tenacidad de su familia y de un fiscal que supo no ser parte del abuso sistemático.

Pasaron ocho años y el ex policía sigue afirmando que «cumplió con su deber». Durante todo este tiempo fue representado por un abogado que debió disculparse por decir que lo que le sucedió a Nicolás «era parte del destino», en un alegato repleto de frases condenatorias a su familia y amigos.

Nada nos devolverá a Nico. Pero, a partir de hoy, su memoria puede descansar para transformarse en un hilo de esperanza. Él nos enseñó que nunca hay que dejar de luchar y su legado es una comunidad que lo dio todo para llegar a este veredicto.

Hoy tenemos más fuerza para gritar: ¡Ni un pibe menos, ni una piba menos, ni una bala más!

Que sea justicia para todos los pibes y pibas.