21 abril, 2022
, Situación de calle

LA CALLE NO ES UN LUGAR PARA VIVIR

La calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir; sin embargo, tan solo en el año pasado murieron 23 personas en la vía pública. Horacio Avila es referente de Proyecto 7, una organización social integrada y coordinada por personas en situación de calle. Sostienen cuatro centros de integración, realizan acompañamientos de proyectos de vida y generan fuentes de trabajo.

Su pronóstico es que el invierno será demoledor: “La muerte de personas en situación de calle sucede durante todo el año, solo que en invierno se hace más visible. Creemos que va a ser un invierno duro en todo sentido, y que probablemente tengamos que lamentar muchas más muertes. No alcanza con operativos de comida y frazadas por parte del Estado solo porque hace frío. Hay que destinar recursos y fondos, lo demás son parches”.

La Ley 3706 obliga al gobierno a realizar un relevamiento anual. Según el último, presentado por el @gcba en mayo de 2021, hay 2573 personas en situación de calle en la ciudad, pero las organizaciones dicen que este número es irreal, apoyadas en un estudio propio. El último Censo Popular de Personas en Situación de Calle se realizó en 2019, y ya en ese entonces contabilizaba 7251 personas.

Desde Proyecto 7 indican: “El Censo 2022 para nuestra población no puede hacerse como propone el Gobierno de la Ciudad, solamente una noche durante 4 o 5 horas, con poco personal que recorre la calle sobre móviles, y no caminando. Nosotros hicimos relevamientos durante cuatro días, en todas las franjas horarias, con más de 1000 personas recorriendo cada centímetro de la ciudad”.

La falta de políticas públicas es evidente. «En Proyecto 7 sostenemos procesos productivos con cooperativas de trabajo. Tenemos una panificadora y una línea de alfajores llamada Boca Calle. Creemos que los gobiernos deben profundizar en la posibilidad de otorgar dinero, maquinaria y herramientas para que las personas en situación de calle puedan armar sus propias cooperativas, empezar a producir, y con ese dinero empezar a recuperar su vida y alquilar la vivienda que necesitan».