* Por Silvestre Saisari, coordinador nacional del MST Bolivia.
En Bolivia, los sectores populares logramos una gran victoria con la sanción de la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria. En el inicio del proceso de cambio con Evo Morales, comenzó una reestructuración que incluyó valores de nuestra cosmovisión andino-amazónica, como el uso colectivo-comunitario de los bienes naturales de los Territorios. Si bien esto ha sido importante, hoy necesitamos generar nuevos debates en cuanto a su aplicación actual.
A 16 años, se ven los avances en las regiones conducidas por el MAS-IPSP. Sin embargo, los resultados son muy distintos donde gobernaron sectores más afines a terratenientes y ganaderos. Allí se necesita un mayor acompañamiento del gobierno nacional para efectivizar los derechos de nuestras hermanas y hermanos.
Los gobernantes de esas regiones han reconocido y otorgado tierras a título individual, distribuyéndolas como parcelas, y ha apoyado la consolidación de este tipo de asentamientos, descuidando los Territorios Campesinos Comunitarios.
Tampoco ha finalizado el proceso de saneamiento, ni se ha abierto la reforma agraria a las áreas cercanas a las urbanas. Estas inconsistencias han dado lugar al tráfico y venta de tierras, y al avasallamiento de áreas protegidas. Por ello proponemos una nueva ley forestal, la conservación de áreas protegidas y la participación de las propias bases.
Creo que los gobiernos latinoamericanos no tienen la sensibilidad necesaria para reconocer el derecho campesino. Si no producimos, las ciudades no tienen cómo alimentarse. La lucha continúa, por una Reforma Agraria Integral y Participativa, por la Soberanía Alimentaria, por nuestras semillas, por el derecho campesino y por todas y todos aquellos hermanos despojados de sus Territorios.
