*Por Vanesa Chong, vecina del barrio Rodrigo Bueno de la Ciudad de Buenos Aires.
Hace más de diez años vivimos en condiciones terribles y de hacinamiento total. Nuestra casa tiene graves problemas estructurales que dificultan la vida cotidiana; acá viven dos adultos mayores, tres menores de edad y una persona asmática e inmunosuprimida. Doce personas, en condiciones inhumanas.
En este sector de Rodrigo Bueno sufrimos un problema desde siempre que se llama «esponjamiento»: no hay ventilación entre las casas porque están pegadas entre sí. El desagüe de esta zona es un desastre; las tuberías y cloacas de cuatro casas, entre ellas la mía, van al mismo pozo. Todo esto genera que la mierda ingrese a las viviendas de todo el pasillo, ¡y ni hablar del olor!
En el segundo piso de nuestra casa entra agua a través de la pared y del suelo. Como consecuencia, tenemos todas las paredes llenas de hongos por la humedad, ¡no se puede ni respirar! La escalera de hierro expuesta hacia el pasillo no tiene estabilidad, es un peligro para quienes debemos subir y bajar todos los días. Imagínense que mi mamá y yo ya nos hemos caído bajando por allí, ella estuvo una semana con el ojo inflamado y yo me fracturé una pierna.
Iniciamos los reclamos al Instituto de la Vivienda de la Ciudad para ser relocalizados en el año 2019. La jefa de Defensoría vino a ver en qué condiciones vivimos, se hizo un informe y lo presentamos junto con el acta de un arquitecto que da cuenta de las condiciones edilicias de nuestra casa. También presentamos el informe del Juez de Menores, ya que mi mamá está a cargo de sus nietos. Además, tenemos un certificado de salud que indica que mi hermano tiene problemas de asma y es autoinmune. Aun así, tres años después el @gcba sigue sin dar respuesta, pareciera que solo vienen para sacarse la foto.
Las vecinas y vecinos del barrio no podemos realizar arreglos o mejoras edilicias en nuestras casas, tenemos que sobrevivir así como estamos, ¡amontonados, hacinados! Han pasado cuatro coordinadores del IVC y hemos presentado todo lo que nos pidieron. La única respuesta es que no hay más viviendas y que los casos de esponjamiento no son prioridad. Solo nos proponen «mejoramientos provisorios» de las viviendas que no solucionan estructuralmente nada.
No podemos esperar más esta relocalización, ¡somos alrededor de doscientas familias aguardando una solución!