Por María Herrera, madre de cuatro hijos desaparecidos, integrante del Colectivo Familiares en Búsqueda, fundadora de la Brigada Nacional de Búsqueda y luchadora incansable en un país que registra oficialmente más de 95 mil personas desaparecidas.
Las miles de madres mexicanas que vivimos esta tragedia dedicamos nuestras vidas a la búsqueda de nuestros hijos. Nos hemos tenido que organizar entre las familias ya que el Estado no sólo no nos apoya sino que se niega a buscarlos. Al caminar de la mano con otras madres y otros colectivos hemos logrado darle un cauce digno a este dolor inmenso que llevamos, a esta digna rabia. Es una labor dolorosa, triste, pero a la vez muy esperanzadora, porque pasamos de ser víctimas a ser constructoras de paz.
Con el tiempo nos dimos cuenta de que el crimen organizado es el crimen institucionalizado. Porque las instituciones del Estado apoyan a los grupos narco, son cómplices, sobre todo las Fuerzas de Seguridad. En el caso de mis cuatro hijos han sido policías quienes se los llevaron y los entregaron a los grupos criminales. Los verdaderos delincuentes tienen mucho poder.
Esperamos que en Argentina no se llegue a la misma situación que vivimos en México. Las madres mexicanas les decimos que tengan mucho cuidado con este fenómeno del narcotráfico, que es tan enorme y que no lo vemos de frente pero nos ataca por todos lados. Aquí, los grupos narcos tratan de captar a nuestros jóvenes por medio de lo económico, sobre todo en las comunidades pobres. Les ofrecen mucho dinero y si se niegan a trabajar para ellos igualito se los llevan. Y si pretenden salirse no los dejan, y muchos luego terminan muertos o desaparecidos.
Queremos decirles que desde México les abrazamos. Somos comunidades hermanas que estamos peleando por un porvenir mejor para nuestros hijos e hijas. No podemos dejarles un país destrozado y ensangrentado a las futuras generaciones. Es por ellas que debemos seguir luchando y nunca bajar los brazos.
