23 junio, 2022
, Cultura

BERLÍN NO CIERRA: SE TRANSFORMA

En la Cortada Simeoni, en pleno centro rosarino, se respiraba un aire diferente. Durante 26 años, la juventud, el arte y la cultura fluyeron entre las paredes del Bar Berlín y lo convirtieron, de a poco, en una leyenda. Fueron miles de noches vibrantes por las que pasaron bandas de rock, orquestas de tango, grupos folklóricos, propuestas teatrales, espectáculos infantiles y hasta obras de títeres para adultos, en un espacio donde la libertad encontraba un cobijo casi natural.


“La premisa tenía que ver con fusionar culturas, abrir el juego a todo tipo de expresiones artísticas; al Berlín no se lo podía encasillar en ningún esterotipo”, nos cuenta Lulo Corradín, fundador del pub. “Y siempre dándole protagonismo al artista local. Por eso perduró tantos años: de manera independiente, Berlín se plantó y ocupó un espacio”, agrega.

A fines de 2019 las puertas de Berlín abrieron por última vez. La pandemia terminó de desencadenar un proceso de desgaste que el bar ya venía atravesando. “Los espacios culturales arrastraban un montón de problemas desde el macrismo, y a muchos que estaban al borde del precipicio, la pandemia los terminó de voltear”, afirma Corradín.

¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta el sector para Lulo?: “El Estado no apoya al que más lo necesita. Y hay un fenómeno decisivo que es el fenómeno inmobiliario. Muchos inmuebles que se alquilaban, hoy se transforman en edificios, mientras cada vez menos gente tiene resuelto el problema de la vivienda. Es una cosa diabólica… tan diabólica como el capitalismo”.

Berlín no estará más, pero esto lejos está de significar un punto final. “En Rosario hay mucho emergente cultural: lo importante es que los artistas puedan pelear por los espacios y ganárselos de nuevo, porque el arte forma y salva”, dice Lulo, que ya sabe que Berlin No Cierra.

Mañana a las 10:30, La Poderosa, Ciudad Futura y Berlín harán una conferencia de prensa en la Plaza del Che, para contar un nuevo proyecto que evita la desaparición de un espacio cultural y lo transforma en algo nuevo, distinto y, ¿por qué no? Revolucionario.