Entre 2002 y 2008, el Ejército colombiano y grupos paramilitares asesinaron a 6402 civiles. En el marco de la lucha contra las guerrillas, los gobiernos premiaban a los soldados por cada baja del bando contrario. Así nacieron los “falsos positivos”: asesinaban civiles, en su mayoría jóvenes, y los hacían pasar por guerrilleros.
Como siempre, el dolor parió la lucha; y, como siempre, la lucha la parieron las madres. En 2008 nacieron las Madres de Falsos Positivos de Soacha y Bogotá, más conocidas como Madres de Soacha.
Conversamos con Jaqueline Castillo, que nos contó la historia de lucha y reflexionó sobre los vínculos entre el Ejército y los grupos paramilitares. Además, puso sobre la mesa la necesidad de discutir una reforma integral de las Fuerzas Armadas en Colombia, de cara a las elecciones del próximo domingo.