Todos los días, nuestras cocineras comunitarias trabajan para alimentar a 40 mil personas en los 148 comedores y merenderos de La Poderosa en todo el país. Para lograrlo, tienen que hacer malabares con lo poco que llega: al día de hoy, el Ministerio de Desarrollo de Nación nos debe 123 toneladas de mercadería y hace 5 meses la plata de las meriendas.
Algunas muestras concretas de la desidia:
- En Catamarca, hace un mes y medio cerramos el comedor porque los alimentos que entregó el gobierno provincial alcanzaron, literal, para un solo día.
- En Salta, tuvimos que cerrar cuatro comedores dejando sin comida a casi 1400 personas.
- En Puerto Iguazú y La Plata no nos quedó otra que abrir menos días a la semana.
- En La Plata, además, tuvimos que reemplazar la carne por menudencias, al igual que en La Rioja y en Santo Tomé, Santa Fe.
- En CABA más de la mitad de nuestros menúes no llevan carne y eso repercute en nuestra nutrición.
Según UNICEF, se redujo un 67% el consumo de carne y un 40% el de frutas, verduras y lácteos. Más de 1 millón de niñas, niños y adolescentes se saltean comidas. Nos estamos cagando de hambre: lo dijimos tantas veces que ya no es noticia.
¿Cuántas toneladas pesa la injusticia?