En el barrio Costa Azul, en Santo Tomé, Santa Fe, la asociación civil Manitos Solidarias realizó estudios nutricionales con niñas y niños de nuestra asamblea. Los resultados son brutales. El 33% de ellos tiene problemas de malnutrición, la mayoría con sobrepeso; es decir, más de 3 de cada 10 chicos.
Solo dos comedores funcionamos en el barrio y ni siquiera llegamos a garantizar la comida los siete días de la semana. En nuestro comedor comunitario se entregan 400 platos de comida, además, Manitos Solidarias da 63 viandas; sin embargo el Gobierno de Santa Fe no baja la cantidad de alimentos necesarios para abastecer la demanda diaria.
Las cocineras hacen malabares con lo poco que tienen: la mayoría de las veces sólo pueden ofrecer fideos, arroz o pan, y reciben entre 15 y 20 kilos de carne cuando necesitarían al menos el doble. Esta situación las mueve a hacer trueque para comprar puchero de cerdo, que es más barato. Las donaciones que llegan se usan para aportar a la olla, y no alcanzan para armar bolsones de mercadería.
Los resultados son brutales. El 19,8%, presenta sobrepeso producto de una alimentación mala y muy poco variada. Además, el 9,87% tiene talla baja, un indicador de detención del crecimiento.
A pesar de este panorama, el gobierno provincial nos sigue negando la posibilidad de acceder a la Tarjeta Institucional, que nos permitiría conseguir más alimentos para el comedor. El 1 de abril presentamos una nota sin obtener respuestas. El 17 de agosto, la Cámara de Diputados provincial, a través de la diputada Damaris Pacchiotti de Ciudad Futura, le exigió al Poder Ejecutivo que explicite “los motivos por los que no se ha asignado aún la tarjeta institucional al Comedor Solidario La Poderosa”. Nos salieron callos en las manos de tanto llamar y mandar mensajes. Gobierno de Santa Fe y Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe, a ver si se despiertan: nuestras pibas y pibes se están cagando de hambre.