“Nos había amenazado de muerte, a mí y a mi hermano. Me pegaba con una escopeta mientras se preguntaba en voz alta si nos iba a dejar vivos o nos iba a matar. Hace 46 años que tengo presente a mi mamá y que no tengo paz».
Bárbara tenía 9 años y su hermano Camilo 4 cuando vieron cómo un grupo liderado por el subteniente Martín Eduardo Sánchez Zinny secuestraba a su madre Rocío Ángela Martínez Borbolla, docente, dirigente gremial y militante del ERP. Nunca más volvería a verla: nunca más, tampoco, olvidaría el rostro del hombre que se la llevó.
Después de 46 años, hoy, finalmente, siente que se hizo un poco de justicia. Ayer por la noche, el Tribunal Oral Federal nº 2 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a cadena perpetua a tres de los cinco represores del Regimiento 6 de Mercedes que se encontraban imputados por crímenes de lesa humanidad. Se trata de Martín Eduardo Sánchez Zinny, Emilio Pedro Morello y Horacio Linari, ex subtenientes, que cumplirán la pena de forma domiciliaria. Los otros dos imputados, Luis Alberto Brun, ex subteniente, y Osmar Andrade, ex cabo 1°, fueron absueltos, ya que ningún testigo pudo ubicarlos en los lugares de los hechos.
“Honestamente, le teníamos cero fe al Tribunal. Que hayan dictado tres cadenas perpetuas es un montón, superó las expectativas de todos: de los fiscales, del CELS, de la Secretaría de Derechos Humanos. Pero es domiciliaria, por eso diría que estoy un 99% feliz, porque quería que fuera cárcel común, y voy a seguir insistiendo”, Bárbara García.
El juicio había comenzado en diciembre de 2021 y tuvo la participación de Aldo Rico como testigo de la defensa; claro, Sánchez Zinny y Morello fueron parte de los Carapintadas, que arremetieron contra la democracia a finales de los años 80. A lo largo de estos nueve meses, hubo varias irregularidades. La Justicia intentó impedir la transmisión del juicio, a pesar de que era oral y público; además, la querella y los familiares de las víctimas tuvieron que soportar insultos y faltas de respeto por parte de los abogados de la defensa.
“Los abogados se le cagaban de risa en la cara a la fiscal. Nos llamaron marxistas, guerrilleros, tirabombas; incluso ayer Sánchez Zinny nos dijo ‘agradezcan que están vivos, porque ustedes son hijos de guerrilleros, bañaron al país en sangre’”, Bárbara García.
Se juzgaron crímenes cometidos contra cinco personas, todas integrantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT-ERP). Rocío, la mamá de Bárbara, y su pareja, Pedro Martucci, editaban las revistas “El combatiente” y “Estrella roja”, y fueron secuestrados ilegalmente y desaparecidos por Sánchez Zinny. También se juzgaron las desapariciones de Pablo Pavich y un militante no identificado y el asesinato de Jorge Emilio Arancibia, en el marco del ataque a la Imprenta San Andrés; en todos estos hechos participaron, además de Sánchez Zinny, Morello y Linari.
Ahora, los represores deberán enfrentar la prisión perpetua desde sus casas, mientras los organismos de derechos humanos exigen que se sigan investigando a fondo estos y otros crímenes cometidos por miembros del Regimiento 6 de Mercedes.
Como siempre, es la lucha del pueblo la que empuja para garantizar el fin de la impunidad.
“Ayer mi papá le dijo a Camilo ‘hijo, han sacado a su madre del secuestro’. Vamos a seguir peleando para saber qué pasó con ella y dónde están sus restos, pero hoy sentimos que la sacamos del secuestro y pudimos hacer justicia”, Bárbara García.