Una vez más, la Justicia de La Rioja dictaminó a favor del progenitor de Arcoiris, la niña de seis años abusada por su abuelo, José Vergara. La jueza Ana Carla Menem ordenó la restitución por medio de la fuerza pública, decidió privar de la responsabilidad parental a su madre, imputarla por impedimento de contacto y desobediencia a la autoridad y, además, multarla económicamente por cuidar a su hija.
En los últimos meses, Delfina y Arcoiris se habían ido de La Rioja y empezado a rearmar su vida en un nuevo lugar. La niña había empezado la escuela y comenzaba a sanar luego de tanta violencia. Ahora, su vida y su integridad vuelven a estar en peligro.
Delfina Silva Zarranz es mamá de la nena llamada Arcoiris para proteger su identidad. Hace 4 años que viene dando batalla en distintas instancias judiciales. “Estoy indignada de tanta injusticia. Estas decisiones no permiten que mi hija haga su vida normalmente porque no nos podemos mover con libertad, ya que la jueza notificó a la fuerza pública para que la entreguen a su abusador. Estamos a resguardo nuevamente, con convicción, porque, como desde el día uno, yo le creo a mi hija”, expresa Delfina, que ya tiene 8 imputaciones por protegerla y, en consecuencia, caracteriza al Poder Judicial como “una picadora de carne”.
“Pareciera que en estos tiempos es un delito ser mujer, madre y creerle a nuestros hijos. La resolución expresa una violencia y una falta de perspectiva de género tremendas, y criminaliza el cuidado de una madre a su hija. Quieren adoctrinar a las madres y adultos protectores mientras que al abusador nadie lo conoce, nadie lo nombra. Terminó siendo él un protegido y mi hija la revictimizada y violentada”, concluye Delfina.
