En los trazos de cualquier mural, en las líneas de nuestra revista o en los carteles con su silueta vamos a seguir preguntándonos por este albañil de Los Hornos, cuyos ojos nos siguen mirando y nos siguen interpelando. Porque ahí, en algún grafiti de algún pasillo, y en los corazones de las y los 30 mil sabemos que tenemos que recordar. Presente Jorge Julio López, y sí, ¡a donde vayan los iremos a buscar!
¿Cuánto dura la memoria? ¿Qué pasa cuando la Justicia escupe veredictos tristes, que apoyan el negacionismo criminal? Hace 16 años Argentina sangraba en duelo porque ante las narices de todas las instituciones que supimos construir, se lo llevaron por segunda vez a él, a Jorge, nuestro compañero. No alcanzó con haberlo desaparecido y torturado en el 76, no alcanzaron tampoco las picanas para silenciarlo. En su voz, en su testimonio, en su militancia se hilaron la Memoria, la Verdad y la búsqueda de Justicia. ¿Entonces? ¡Entonces lucha!