3 septiembre, 2022
, Argentina

¿CÓMO SE HACE UN MAGNICIDA?

Hace ya mucho tiempo, los feminismos venimos preguntándonos: ¿Cómo se hace un femicida, un transfemicida, un travesticida? Es hora de empezar a respondernos qué hacemos con el odio, de dónde viene y hasta dónde vale todo, con total impunidad.

Por María Claudia, «Negra», Albornoz.

¿Cómo se hace un femicida, un transfemicida, un travesticida? Es una pregunta que desnuda un entramado cultural complejo y tiene responsables. La mayoría de las veces, las responsabilidades se lavan en las aguas del poder político, judicial, legislativo y mediático. ¿Responsabilidad de qué? De la naturalización del odio: de que haya personas a las cuales se les permita odiar de tal manera, que pueden exterminar a alguien por ser mujer o por su identidad sexual.

Hoy deberíamos preguntarnos: ¿Cómo se hace un magnicida? ¿Qué hacemos con las personas que piensan diferente en la política? ¿Cómo se inyecta el odio, ese que llega a la mesa de cualquier familia en el país, a una rueda de amigxs, a la charla en el almacén, a la discusión entre vecinxs o en las redes sociales? ¿Cómo llegan a los ascensores o a las colas de los supermercados esos discursos que se desprenden del Congreso, de las legislaturas, de las horas y horas de televisión, de las radios?

¿Cómo se hace un magnicida?