20 octubre, 2022
, Fútbol Femenino

POR LAS QUE VENDRÁN

Estefanía Banini gambeteó la discriminación hasta convertirse en una de las mejores jugadoras del mundo. Mediante una videollamada que acortó la distancia entre Madrid y Buenos Aires, charlamos sobre su recorrido futbolístico y lo que nos falta por pelear.

Desde chiquita, Estefanía se pasaba todo el día pateando junto a sus vecinitos del barrio: “A los cinco años empecé jugando en el Cementista, un club con varones, y después comencé mi camino por el fútbol femenino con Las Pumas. Poníamos de nuestros ahorros para viajar a torneos”.

Estefanía tuvo que soportar no haber sido convocada durante tres años por el anterior entrenador de la Selección, Carlos Borello. Fue un castigo por haber exigido igualdad de condiciones: “Me siento orgullosa y tranquila de haber alzado la voz y pelear por mejorar las cosas”, expresó. Para la última Copa América, Borello fue reemplazado por German Portanova, que sí la citó. La selección se quedó con el tercer puesto y clasificó al próximo Mundial de Nueva Zelanda y a los Juegos Olímpicos de Francia.

“Queremos crecer, pero necesitamos la ayuda de quienes están en el poder”, enfatiza. “Dicen que no generamos lo mismo, pero sin igualdad de condiciones no podemos dedicarnos 100% al fútbol y crecer. Hace muchísimos años que se empezó a invertir en el fútbol masculino para que sea lo que es ahora”, sintetiza la número 10, que hoy la rompe en el Atlético Madrid.

Para ella, el fútbol debe empezar a sacarse de encima los prejuicios: “Niños y niñas tenemos la misma fuerza hasta que empezamos la adolescencia. Hay países que incorporan el fútbol mixto hace décadas. En la Argentina se discrimina muchísimo. Me genera tristeza porque estamos retrasando el crecimiento de futbolistas que pueden llegar a ser profesionales”.

Con la pelota siempre bajo la suela, sabe que forma parte de una camada de pibas que está luchando para cambiar la historia, y, de a poco, lo está consiguiendo: “Esta generación está haciendo mucho para transformar el lugar de la mujer en el fútbol. En Argentina veo chicas jugando en las plazas, en canchas de alquiler, y eso no pasaba”.