* Por Andrea Despo Cañuqueo, docente y actriz mapuche.
Soy una de las mujeres mapuches que sufrió violencia institucional por parte del Estado argentino. Fui una de las siete apresadas en el megaoperativo desmedido que ordenó la jueza Dominguez, con el apoyo del Ministerio del Interior. Vivimos en carne propia el recuerdo de esa horrible historia que vivieron nuestros antepasados. Avasallaron cualquier límite humano y el respeto a nuestra cultura se vio totalmente atropellado porque se metieron en un sitio sagrado. Fue una cacería, con perros, armas, gases, helicópteros, drones y toda la inteligencia. Hubo niños que quedaron en el monte escapando para que las fuerzas no los agarren.
Estábamos por iniciar nuestro saludo a la mañana y empezamos a escuchar disparos, tiraron gases y entraron por todos los costados. Había un milico muy altanero que entró a los gritos: «esto es lo que a ustedes les gusta, tírense al piso mierda o las matamos», yo le contesté que era un nazi y me dijo «a mucha honra».
Están generando el enemigo interno, quieren dar una imagen del pueblo mapuche como terroristas peligrosos y nosotros decimos que el terror lo ejerce el Estado. La zona sigue estando militarizada. Si la sociedad y las organizaciones de DDHH no se movilizaban quién sabe qué iba a ser de nosotras. No creímos que este gobierno ejecutara el plan que el macrismo tenía con el pueblo mapuche, con la complicidad de los jueces y los terratenientes que se están quedando con la Patagonia. Su intención es sembrar el terror y que sea aleccionador.
¿Quiénes son realmente los invasores y quiénes los que estamos desde antes que se funde esta patria? Necesitamos una discusión política en serio acerca de la tenencia de la tierra y que este Estado reconozca que hubo un genocidio a los pueblos indígenas. Recién ahí vamos a empezar a hablar de derechos a los pueblos originarios. Nosotros vamos a seguir resistiendo porque esta injusticia para nuestra gente tiene que terminar. Tanto la gente mapuche como no mapuche tenemos que construir otra sociedad.